dice Elena Sánchez, antigua presentadora que hoy ejerce de defensora de RTVE, que una de cada tres quejas que ha recibido está relacionada con el deporte y apuntan a la calidad de los contenidos. Pero no crean que tiene algo que ver con el abuso que se hace del fútbol, no. Se quejan de las horas intempestivas a las que se emite el campeonato de Voleibol, por poner un ejemplo. Mientras TVE simula ser muy pulcro con el tema de publicidad y resulta que son capaces de cortar la carrera de 1.500 del mundial de atletismo para meterte un par de anuncios que lo mismo te dejan la prueba a punto en la última recta de meta, que te comes el histórico fallo en el tercer intento de Yelena Isinbayeva. Entre todas las quejas la más justa es la producida tras la frase de un médico en Saber vivir. El pájaro no tuvo mejor ocurrencia que afirmar "lo primero es obedecer al marido, eso siempre". Y se quedó tan ancho. Tan ancho como Cristina Lasvignes, que ayer comenzó su programa Tal cual lo contamos en Antena 3 con una exageración notoria: "Nos espera una tarde llena de exclusivas". Y es que el término exclusiva en boca de esta gente ha perdido todo su significado. Se pegan una hora hablando de posibles posibilidades. El cotilleo nada tiene que ver con la exclusiva periodística y, claro, la audiencia anda algo despistada. Tanto como esos concursantes que deciden ir a Decídete en la misma Antena 3, a tomar sus decisiones o a flagelarse en directo por haberlas tomado. De nuevo un programa que maneja la carnaza del escarnio público del sagrado mundo personal. Y para presentarlo nadie mejor que Susana Molina. Una presentadora, o sea, con un acento de, o sea, no sé cómo decirlo, ¿sabes? Lástima no haber grabado la repetición del tercer intento de Yelena Isinbayeva. Debió de ser impactante. Tanto que alguien decidió darle en compensación un Príncipe de Asturias.