Las instituciones vascas y navarras se implican con ayudas que persiguen un modelo energético sostenible, cada una con diferentes vías de actuación.

En el caso de Euskadi, se trata de una comunidad autónoma con un consumo energético intensivo, a pesar de ser un territorio pequeño. El Ente Vasco de Energía (EVE) ha diseñado diferentes hojas de ruta para avanzar hacia un modelo más sostenible basado en las fuentes renovables. El primero de los programas fija su actuación en la relación de instalaciones de autoconsumo con fuentes de energía renovable en el sector servicios, con o sin almacenamiento, mientras que el segundo pone el foco en los sectores productivos de la economía. El tercero prevé la incorporación de almacenamiento en instalaciones de consumo propio con fuentes de energía renovable ya existentes en el sector servicios y otros sectores productivos. El cuarto se detiene en la realización de instalaciones de autoconsumo, con fuentes de energía renovable, en el sector residencial, las administraciones públicas y el tercer sector, con o sin almacenamiento. El quinto se detendrá en la incorporación de almacenamiento en instalaciones de consumo propio, con fuentes de energía renovable, ya existentes en el sector residencial, las administraciones públicas y el tercer sector. Y el sexto y último de los programas fijados para esta convocatoria efectuará la instalación de energías renovables térmicas en el sector residencial.

En total, el presupuesto asignado en la CAV para los cinco primeros programas asciende a 32.257.738 euros, mientras que para el sexto se repartirán 4.915.699 euros. La evolución energética ya está en marcha. Este proyecto está alineado con la Estrategia Energética Vasca E2030 y el Plan de Recuperación para Europa, Next Generation EU. Por ello, la actual Estrategia Energética 2030 establece importantes metas a largo plazo como potenciar el uso de las energías renovables en un 125%, de forma que dentro de nueve años lleguemos a un consumo final renovable del 21%.

Barrios y viviendas

Por su parte, el Ejecutivo navarro cifra en 84,8 millones de euros el dinero que recibirá la Comunidad Foral de los fondos europeos de recuperación para la rehabilitación de barrios y viviendas y la mejora de la eficiencia energética. Es parte del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que aspira a llegar a todos los ciudadanos, lo que implica un esfuerzo conjunto para acometer reformas estructurales que permitan un cambio de modelo productivo basado en la sostenibilidad. Esto supone impulsar las energías renovables, la electrificación de la economía o la economía circular, y también alcanza a la construcción y rehabilitación de viviendas. Para ello se dispondrá de los fondos REACT EU y de los Next Generation.