Promover la salud mental y el autocuidado ayuda para prevenir enfermedades mentales en sus estados más leves. Con la prevención como máxima, Osakidetza, para tratar de llegar a más población, ha puesto en marcha una herramienta para casos leves de trastornos mentales que en la mayoría de los casos no requieren de tratamiento médico. En el apartado de su web destinado al cuidado individual de la salud, Osasun Eskola, habla de la salud emocional (https://www.osakidetza.euskadi.eus/cuida-salud/-/salud-emocional/) y establece que este término “hace referencia a un estado mental que nos permite desarrollar nuestra vida cotidiana con suficiente motivación, tranquilidad y eficacia. Nos posibilita hacer frente a las tensiones normales de la vida sin sentirnos superados, relacionarnos con los demás de forma satisfactoria o cumplir con nuestras obligaciones de forma adecuada”. El servicio de salud vasco añade que “es recomendable adquirir ciertos conocimientos básicos sobre tus emociones y seguir unas pautas de autocuidado” y aporta varios apartados para conocer las emociones, detectar cuándo se convierten en un problema e, incluso, propone la realización de un test anónimo para evaluar los síntomas de la ansiedad y la depresión, y orienta sobre la necesidad de acudir a un profesional. Las 9 primeras preguntas corresponden a la escala PHQ9 de depresión y las 7 últimas a la escala GAD7 de ansiedad. Tras completar las 16 preguntas, recibirás una valoración y unas recomendaciones personalizadas para poder mejorar esos síntomas.

Autocuidado

Con el fin de mantener y fortalecer tu salud emocional, es importante prestar atención a tus propias necesidades y sentimientos. Por lo general, nuestra rutina diaria se enfoca en la pérdida de peso, el ejercicio o en mantener la piel y el cutis hidratado. Pero, ¿qué hay de nuestra mente? Cuidar la alimentación, consumir alcohol solo de forma moderada, evitar el tabaco, cuidar la higiene, hacer ejercicio y dormir bien, son hábitos a tener muy en cuenta, pero no los únicos.

El autocuidado puede ayudarnos en este camino. Algunas acciones destinadas a este objetivo pueden ser: fomentar y cuidar las relaciones interpersonales con familia y amistades, aprender a pedir ayuda, valorarte y aceptarte, dedicarte unos minutos al día para ti, que en ese momento, por lo menos, seas lo más importante; tener una motivación a largo plazo, hacer cosas por el bien de los demás, aprender o descubrir cosas nuevas, autodisciplina y autocontrol.