El número de personas que se han inscrito voluntariamente en los registros de autoprohibición de acceso a los locales de juego en Euskadi ha pasado de 1.360 a 1.813, lo que supone que en un año ha crecido un 33 %.

Este dato lo ha facilitado el vicelehendakari primero y consejero de Seguridad del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, en respuesta a una pregunta en el pleno de control del Parlamento sobre el efecto de la implantación hace un año del nuevo Reglamento General del Juego en la comunidad autónoma.

Todos los locales con control de accesos

Pese a que este periodo es "poco tiempo" para evaluar una medida de esta envergadura, según Erkoreka, en este año se ha conseguido que la totalidad de los locales de juego de Euskadi dispongan de un sistema de control de acceso que impide la entrada a los menores de edad y a los inscritos en los citados registros.

Para ello, el departamento de Seguridad ha autorizado a lo largo de 2022 un total de 239 instalaciones de controles de acceso.

Desde el 15 de noviembre del año pasado las personas que deseen entrar en los locales de juego y apuestas de Euskadi deben identificarse ante los responsables del control y admisión para acreditar que son mayores de edad y que no están inscritos en el registro de autoprohibidos.

Menos locales de juego

Además, desde la aplicación del nuevo reglamento se ha pasado de 64 a 51 locales de juego en Euskadi, una reducción del 18 % en un año. Erkoreka ha explicado que ahora será el propio sector el que, "de forma natural, irá cerrando los locales que dejen de ser viables como consecuencia, entre otros, del efecto disuasorio que provocan los controles".

El consejero ha explicado que junto con estas medidas se han reforzado las inspecciones para controlar el acceso de menores a los locales de hostelería ubicados en las inmediaciones de los centros educativos, unos establecimientos que no están obligados a establecer sistemas de control.

Por último, ha dado a conocer que se está tramitando ya una orden sobre la articulación de los repartos de premios y los parámetros de funcionamiento de las máquinas tragaperras.

"Un año es poco para evaluar el impacto de una medida de este tipo que lo que quiere es cambiar modos y hábitos sociales muy arraigados -ha subrayado- pero es evidente que con la aplicación del decreto Euskadi avanza en el juego responsable, que era lo buscado".

El vicelehendakari y consejero de Seguridad ha concluido que el juego "debe ser un juego, no una dependencia".