El jurado popular de la Audiencia de Barcelona ha absuelto a Alba A.V., acusada de estafar y manipular a su amigo con esquizofrenia paranoide, Ismael M.S., para que matara a su padre en junio de 2019 en Vilanova i la Geltrú (Barcelona), haciéndole creer que era un mafioso.

El jurado popular ha considerado por unanimidad no probado que Alba A.V. manipulara a Ismael M.S. para que acabara con la vida de su padre, ni de que le convenciera para que quemara la casa después del crimen.

El tribunal popular también ha considerado no probado, por una votación de 8 votos contra 1, que Alba A.V. manipulara al parricida confeso con la intención de enriquecerse a partir de la creación de todo un universo parapolicial en el que Ismael M.S. estaba inmerso, con personajes ficticios e irreales.

Alba estaba acusada de estafar dinero a Ismael y manipularle para que matara a su propio padre haciéndole creer que era un mafioso, a partir de haberle construido un mundo donde ambos formaban parte de un supuesto grupo parapolicial y de hacerle creer de la existencia de varios personajes ficticios.

En cuanto a la responsabilidad de Ismael, el jurado ha considerado pertinente la eximente completa por enfermedad psíquica que pedía Fiscalía después de dar por probado que mató a su padre aprovechando que estaba dormido, sin capacidad de defensa eficaz, asestándole varias puñaladas en varios puntos el cuerpo, y que después quemó la casa, todo como consecuencia del brote psicótico que sufría.

La Fiscalía, que pedía una pena que oscila entre los 32 años y medio y los 22 años y seis meses contra Alba, ha anunciado tras la lectura del veredicto su intención de recurrir la sentencia.

"Si Alba no hubiera existido, el motivo hubiera sido otro", ha asegurado el jurado popular sobre el delirio que llevó a Ismael a matar a su propio padre, al tener en cuenta a varios peritos que indicaban que era muy difícil manipular al parricida confeso en esas circunstancias.

El tribunal del jurado ha considerado, en base a varios peritos, que Alba "no pudo inocular ni convencer a Ismael en un brote psicótico como el que estaba padeciendo", puesto que no se puede manipular a una persona en ese estado de salud para que haga "algo que no quiere hacer".

Sobre el perfil de Alba, el tribunal ha considerado que la acusada no tenía "ánimo de lucro" en la creación de todo este mundo parapolicial con el que envolvió a Ismael, sino que lo usaba con ánimo de crear "una realidad deseada" paralela a la que era en realidad su vida, y que la estafa en todo caso la cometía Ismael contra sus padres.

El jurado ha expresado que Alba "puede mentir, pero no inducir o manipular de una manera completa con previsión y planificación, no tiene estas capacidades", puesto que "se mueve desde lo concreto" y no cuenta con la suficiente habilidad "para planificar o prever".

En cuanto al personaje falso de Julia creado en todo ese contexto ficticio y del que Ismael se enamoró "perdidamente", ha considerado que Alba no pudo haberlo hecho sola, y que la expareja de ella y también amigo íntimo del parricida confeso tuvo que participar necesariamente de todo el engaño.