Las defunciones en Euskadi se han disparado. En el primer trimestre de este año solo ha habido una diferencia de 100 muertos por debajo con respecto al mismo periodo de la pandemia en el año 2020. Estos datos han alarmado a mucha gente y sorprendido a la mayoría ya que no hay una explicación lógica cuando los estragos de la pandemia a estas alturas ya son mínimos.

Sin embargo, Eustat corrobora estos datos: en el primer trimestre de 2022 el número de defunciones en Euskadi se cifró en 6.431, un 7,3% más que en el mismo periodo del año anterior. Si comparamos los datos con años anteriores, observamos que en este primer trimestre de 2022 el número de defunciones fue mayor que en 2021, cuando hubo 5.994; que en 2019, cuando hubo 6.011 y que la media de 2010-2019 que es de 5.813 fallecidos. La cifra de este 2022 solo es menor que el número de defunciones que se produjo en el año 2020 cuando hubo un total de 6.522 fallecidos, en una de las épocas más duras de la pandemia. Pero, ¿a qué se debe este cambio de rumbo?

Sobremortalidad

Unai Martín es profesor del Departamento de Sociología y Trabajo Social de la UPV/EHU y miembro del Grupo de Investigación en Determinantes Sociales de la Salud y Cambio Demográfico OPIK, aunque confiesa no tener una respuesta clara a esta incógnita. “Está habiendo una sobremortalidad que no nos esperábamos”, comienza diciendo Martín. “No solo porque es más de lo que esperábamos, sino porque, lo normal hubiera sido que este año hubiera muerto menos gente de la que esperábamos, porque la covid adelantó muchas muertes que iban a producirse ahora”, añade el experto. 

La realidad es que España, Portugal e Inglaterra están siendo los países más afectados por la pospandemia con unos resultados preocupantes en la mortalidad. En Euskadi, más concretamente, se barajan varias hipótesis entre la que destaca que parte de los resultados se debe al impacto que ha tenido la covid en el sistema sanitario (el deterioro de la atención primaria, el retraso en los diagnósticos, etc.). En Inglaterra, ya han demostrado que parte de ese exceso de mortalidad se debe a la crisis que está sufriendo el sistema sanitario tras la pandemia tal y como se intuía, sin embargo en Euskadi aún no se ha podido demostrar nada. 

Unai Martín asegura que si hay algo que no hemos aprendido de la pandemia es que lo más importante es dar con una herramienta que nos permita saber qué está pasando para poder poner soluciones. “No puede ser que haya un exceso de mortalidad así y no sepamos por qué ocurre –denuncia–. Hay un retraso enorme en conocer la información de mortalidad, y yo creo que es lo principal, porque describir el fenómeno, entenderlo y entender qué está pasando es la primera herramienta para poder actuar sobre ello. Si estamos a ciegas es complicado saber lo que podemos hacer”, comenta Martín. 

Estragos de la pandemia

La época de la pandemia fue monótona en todos los aspectos: sanidad, economía, sociedad… absolutamente todo se enfocaba casi exclusivamente en la covid. Unai Martín asegura que los efectos de una atención sanitaria tan volcada en ese único virus dejará ver sus estragos a corto plazo. “ Hemos tenido un sistema sanitario muy volcado en la covid, y cuando te vuelcas en algo hay una parte que dejas de hacer –comenta–. A parte, yo creo que la manera que hemos tenido de gestionar la pandemia, muy centrada en evitar los contagios y dejando de lado otros aspectos que eran importantes para la salud a más largo plazo, también se verá”. El experto hace referencia al impacto que tuvo el confinamiento en la salud mental o incluso en el ejercicio físico de las personas. 

Sin embargo, la covid ha sido este primer trimestre del año la tercera causa del total de las muertes registradas. Las principales causas de defunción son los tumores (mayoritariamente en hombre) y las enfermedades del sistema circulatorio (principalmente entre las mujeres) que han causado casi la mitad de los fallecimientos (un 47,9% del total).

Unai Martín trata de calmar las alarmas surgidas tras conocer estos datos indicando que los tumores siempre han sido una de las principales causas de muerte. Sin embargo, reconoce que los datos de mortalidad sí son preocupantes y hay que buscarles una respuesta a la mayor brevedad. 

Recortes en Sanidad

Aun siendo esta la situación, la sanidad primaria no deja de sufrir recortes: reducción de enfermeros y enfermeras, cierre de centros sanitarios, horarios reducidos, atención telefónica al paciente y una larguísima lista de etcéteras. El experto asegura que no nos terminamos de creer la importancia de la sanidad primaria, ya que “es la parte del sistema sanitario que más problemas resuelve y que tiene un mayor impacto en la salud de las personas”, además de ser las personas que estuvieron al pie del cañón en plena pandemia y uno de los motivos por los que salíamos a aplaudir cada tarde a las ventanas. Pero de eso ya no se acuerdan.

Tal y como explica Unai Martín, por el momento no se pueden confirmar las hipótesis barajadas, pero lo que sí tiene claro es que no es momento de recortar en atención primaria ni en asistencia sanitaria de ningún tipo. Tal y como concluye el experto, “para tener un sistema sanitario fuerte y eficaz es necesario tener una atención primaria fuerte”.