- Con el asesinato de Claudia, de 17 años, la madrugada del miércoles a manos de su expareja en Totana (Murcia), ya hay catorce menores de edad víctimas directas de la violencia machista desde 2003, lo que incide en la necesidad de intervenir contra esta lacra en las familias y en las aulas.
Este nuevo crimen machista es el tercero en lo que va de año, con lo que ascienden a 1.129 las víctimas mortales por esta lacra desde 2003, cuando se empezaron a recopilar datos, de las que catorce eran menores de edad y de ellas cinco tenían menos de 16 años.
El cadáver de Claudia fue encontrado alrededor de las 3.30 horas de esta madrugada por la Guardia Civil con evidentes signos de violencia y heridas por arma blanca en distintas partes de su cuerpo en el interior de un trastero situado en el segundo sótano del edificio en el que reside su expareja.
Allí, la autoridad judicial ordenó el levantamiento de su cuerpo minutos antes de las ocho de la mañana para su traslado al Instituto de Medicina Legal, donde se le practicará la autopsia.
Claudia estaba desaparecida de su domicilio desde hacía 24 horas y los agentes de la Guardia Civil tomaron declaraciones a las personas de su entorno, entre ellas su exnovio, que fue detenido.
Escasas horas después de esta primera toma de declaración, los agentes volvieron a la vivienda del joven, situada en un céntrico bloque de viviendas de Totana, para volver a hablar con él, momento en el que se derrumbó y confesó el crimen.
El delegado del Gobierno en Murcia, José Vélez, señaló que la Guardia Civil continúa investigando para instruir las diligencias del caso, y se prevé que el jueves o el próximo viernes el joven pase a disposición judicial.
La tía de Claudia, Nancy Angamarca, pidió justicia para una familia destrozada que no se puede creer lo ocurrido y dice vivir una pesadilla. “No nos esperábamos esta noticia que prácticamente nos deja destrozados y queremos agradecer su atención a las autoridades y al alcalde. De verdad que en estos momentos lo que más necesitamos es apoyo”, señaló.
Durante una concentración, el director del instituto en el que estaba matriculada hasta diciembre Claudia, Juan Francisco Otárola, instó a dotar a los centros educativos de recursos y personal especializado en violencia machista ante el “serio problema de salud mental y de machismo” existente en las aulas.