Vitoria. Investigadores del grupo Biomics de la Universidad del País Vasco (UPV-EHU) han logrado identificar durante los últimos diez años a través de pruebas de ADN un total de 137 restos humanos exhumados de las fosas en las que se encontraban desde la guerra civil y la dictadura franquista.

Este grupo, que depende del Departamento de Farmacia y Ciencias de los Alimentos del campus universitario de Álava, ha publicado un artículo en el que exponen las técnicas que utilizan para la identificación genética de estos restos.

Según ha informado este lunes el grupo Biomics, como consecuencia del deterioro de las muestras obtenidas de estas fosas los métodos convencionales "no son suficientemente discriminatorios" para identificar los restos de todas estas personas.

Dese hace diez años este grupo de investigación trabaja en su identificación mediante el estudio genético de muestras óseas y dentales de los restos exhumados y los comparan con el ADN de familiares.

El objetivo de los análisis genéticos es obtener el perfil de los restos o la suficiente información para poder cotejarlos con los perfiles de sus familiares o de la base de datos del banco de ADN de familiares desparecidos.

"Cada caso es diferente porque si queremos estudiar el perfil por la vía paterna estudiamos el cromosoma Y; sin embargo la vía materna la estudiamos mediante el ADN mitocondrial", explica la investigadora Mirian Baeta.

Reconoce la complejidad de este trabajo porque se trata de ADN "post mortem" que a menudo llega muy degradado y no se consigue obtener el perfil genético completo.

Además, añade, en muchos casos no se cuenta con los familiares adecuados ya que no existen personas que sean lo suficientemente cercanas.

Por eso subraya la importancia de la existencia del banco de ADN de familiares "para que en futuras exhumaciones se puedan hacer más comparaciones".

Baeta destaca que gracias al avance de las tecnologías cada vez se pueden estudiar marcadores genéticos más pequeños que tienen más probabilidad de éxito en los análisis "porque al ser más pequeños sobrevivirán a la degradación".

Durante los diez años de trabajo el grupo Biomics ha optimizado los sistemas de extracción de ADN y otros pasos del proceso para obtener perfiles que sean informativos.

Concretamente el último avance propuesto por el grupo estudia fragmentos más pequeños de ADN mitocondrial lo que permite hacer un primer cribado para descartar posibles relaciones por vía materna, es decir, se puede discriminar de forma más sencilla el parentesco por vía materna.

Durante la última década estos investigadores han analizado 525 restos humanos. Además obtuvieron las muestras de saliva de 879 familiares y en total logran identificar a 137 personas desaparecidas.

De un 17 % de las muestras analizadas no obtuvieron el perfil informativo porque el ADN era limitado o estaba degradado pero sí lograron perfiles de otros 297 restos humanos que, pese a todo, quedaron sin identificar.

"En general -asegura la investigadora- obtenemos perfiles de la mayoría de los restos esqueléticos pero no tenemos a los familiares adecuados con los que comparar".

Para realizar estas investigaciones el grupo trabaja en colaboración de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, que lleva a cabo numerosas exhumaciones, así como con el Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos -Gogora- del Gobierno Vasco y asociaciones de víctimas y familiares de personas desaparecidas en la Guerra Civil y la dictadura.