Gasteiz - El Ararteko, que ha cumplido treinta años desde su creación, ha impulsado durante este periodo más de 180.000 actuaciones, de las que unas 140.000 han sido quejas, 164 recomendaciones generales, 36 informes extraordinarios y 174 publicaciones. Unas cifras que el actual Ararteko, Manuel Lezertua, calificó de “notables para una organización pequeña”. También señaló que la defensa de los derechos humanos y de la dignidad de todas las personas, en especial de las más vulnerables, es “un empeño de largo aliento” para esta institución y confiado en que siga así durante los próximos treinta años “como mínimo”.
El Ararteko celebró ayer el trigésimo aniversario de su creación con un acto protocolario en el Parlamento Vasco en el que la presidenta de la Cámara, Bakartxo Tejeria, y los miembros de la Mesa recibieron a Lezertua, a exarartekos y al defensor del pueblo español en funciones, Francisco Fernández Marugán. Tras la firma en el libro de honor todos ellos se desplazaron al Palacio Europa de Gasteiz para participar en un acto institucional presidido por el lehendakari, Iñigo Urkullu, en el que estuvieron presentes varias autoridades de la Comunidad Autónoma Vasca.
Lezertua, en una breve intervención, resaltó el papel de las organizaciones sociales que representan a distintos ámbitos que, según aseguró, “son nuestras antenas, aquellas que nos ayudan a identificar los problemas reales que aquejan al conjunto de la ciudadanía”.
Tender puentes En su intervención, el lehendakari señaló que el Ararteko se ha constituido en un colaborador crítico con la administración “para colmar las lagunas que inevitablemente se pueden producir en el sistema de garantía de los derechos de la ciudadanía”. Esta, añadió, es una figura clave en las democracias europeas y sigue las recomendaciones de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas que instaban a todos los países a crear un órgano que recibiese las quejas relativas al funcionamiento de las administraciones.
Urkullu subrayó que el Ararteko ha logrado “tender un puente de relación constructivo” entre la sociedad y las instituciones. “Habéis conseguido socializar la mejora continua, siempre en defensa y en favor de los derechos de la ciudadanía”, manifestó.
Por su parte, Fernández Marugán recordó que ningún país se ve libre de discriminaciones, de pobreza ni vive al margen de la desigualdad, el racismo o la intolerancia. Los defensores del pueblo, continuó, tienen que hacer frente a un conjunto de retos como el cambio climático, la inmigración o la desigualdad. También puso de manifiesto que los defensores no forman parte de “elementos de tensión y litigio”. “Han hecho un trabajo muy meritorio y encuentran la aprobación y el calor de una parte de la sociedad”, concluyó el defensor del pueblo español.
Bakartxo Tejeria resaltó que esta institución a través de sus acciones desarrolla una mejor protección y vigilancia de los derechos humanos, especialmente de los que son más vulnerables. - Efe