BARCELONA. Según ha informado el consistorio, con esta aprobación se inicia ahora la redacción de un plan de usos para regular la implantación de este tipo de locales en la ciudad.
El consistorio barcelonés también ha acordado impedir el acceso a las páginas de juego "online" desde sus dependencias y crear un programa de prevención en las escuelas.
Según las mismas fuentes, el objetivo es "hacer frente a los problemas de salud y las adicciones al juego, las redes y las pantallas y las consecuencias sociales que provocan estas actividades, especialmente entre las personas jóvenes".
Se estima que el 0,4 % de la población de entre 15 y 64 años padece un trastorno por juego problemático, lo que equivale a 20.000 personas en Cataluña, y que son los hombres y los jóvenes los que se encuentran en una posición de mayor riesgo.