Vitoria - ¿Cómo se prepara la Dirección de Tráfico ante una cumbre como la del G-7 de Biarritz?

-Tráfico lleva varios meses trabajando en la posible afección de la celebración del G-7 en Biarritz. Trabajamos en coordinación con la DGT y todas las direcciones del Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco.

¿Cuáles son las dificultades que se afrontan al preparar un dispositivo de estas características?

-Hay que trabajar en todos los escenarios posibles, previendo todas las posibilidades. Para ello, hemos trabajado en una serie de medidas preventivas. En primer lugar, mantenemos un canal de comunicación abierto con el sector del transporte al que desde la Dirección de Tráfico del Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco informamos de cuáles pueden ser las fechas más complicadas. La celebración del G-7 coincide con el momento más álgido de la Operación Retorno, lo que puede traer problemas a la fluidez de la circulación en nuestras carreteras. Están informados tanto en cuanto a fechas como al cuadro de restricciones impuesto por las autoridades francesas, sobre todo al transporte pesado y transportes especiales. Por otra parte, desde nuestra dirección hemos restringido el transporte de palas eólicas por el enlace de la N-622 a la A-1 en régimen de autoescolta para tener despejadas todas las vías de tránsito internacional que regresa de sus vacaciones.

¿Los vehículos de la Operación Retorno son claves para este dispositivo?

-A este tránsito internacional llevamos informando varias semanas. Hemos editado 90.000 folletos en euskera, árabe, inglés, francés y castellano instando a esos viajeros, que son los que regresarán de vacaciones este fines de semana, a que eviten pasar por el País Vasco entre el 23 y el 26 de agosto. Que planifiquen el retorno en los días previos o posteriores para evitar que se vean en problemas como retenciones. También estamos informando en los paneles de mensaje variable instalados en las vías afectadas por este tráfico, hemos reforzado con señalización específica de gran visibilidad en las salidas de las áreas de servicio. Informamos también a través de los medios de comunicación, a través del 011 de información de tráfico 24 horas, nuestros canales en las redes sociales, webs?

¿Coordinan el dispositivo con otras instituciones?

-Sí, lo estamos haciendo en coordinación con la DGT, porque este tráfico internacional cruza el Estrecho, sube por Algeciras, entra por Madrid, Burgos, Álava y transcurre hacia el paso fronterizo. También trabajamos en colaboración con Bidegi y la Diputación Foral de Gipuzkoa, y el Centro de Coordinación Policial de Hendaia. Trabajamos para estar preparados ante lo que pudiera suceder. Nuestra obligación es trabajar en todos los escenarios.

¿Estiman que haya uno de los cuatro días entre el 23 y el 26 que puede ser más complicado?

-Hay dos fines de semana en Operación Retorno, los del 23-25 de agosto y el fin de semana siguiente. Hablamos de una media de 25.000-30.000 vehículos diarios en esos dos fines de semana. Esa coincidencia de las posibles restricciones que las autoridades francesas han impuesto con motivo del G-7, más posibles bloqueos de la frontera que no están descartados, hacen que estos dos fines de semana sean los más complicados. No hay un día concreto, pero sí son dos fines de semana de gran cantidad de tráfico.

¿Cuál es el escenario más optimista que maneja Tráfico?

-Se ha preparado un plan operativo específico para hacer frente a las diferentes afecciones al tráfico que se puedan dar derivadas de la cumbre del G-7. Ese plan prevé todas las posibles operativas en coordinación con la Dirección de Emergencias que pueda derivarse del G-7. No sé si podemos hablar de escenarios positivos o negativos: trabajamos en todos. Sabemos que existe el riesgo de grandes retenciones y trabajar coordinados con la DGT y todos los centros de control de carreteras afectados es imprescindible para hacer una gestión lo más fluida posible. No es descartable que se bloquee la frontera. No es previsible, pero tampoco es descartable. También trabajamos con ese escenario.

¿Qué medidas concretas se pueden tomar?

-Hemos habilitado una vía de evacuación para los servicios de emergencia y para los servicios policiales que tuvieran que desplazarse. También habrá zonas de embolsamiento. La Dirección de Emergencias también trabaja posibles vías de evacuación si hacen falta? Estamos preparados en todos los ámbitos. Tenemos dispositivos en Tráfico y en Emergencias para hacer frente a cualquier situación que pudiera derivarse de la celebración de la cumbre, que coincide con esos 30.000 vehículos diarios que vamos a tener en esas fechas.

¿Contemplan llegar al cierre de la frontera?

-No es previsible, pero no están descartados, por lo que tenemos que trabajar todos los escenarios para prever cualquier incidencia y reaccionar,

¿Qué inquietudes les trasladan sectores como los transportistas? ¿El cierre de la frontera?

-Los transportistas solicitan información. Conocen bien el paso fronterizo y son sufridores de las retenciones habituales. Lo que agradecen es que se les envíe la información lo antes posible para tomar sus decisiones para ver vías alternativas. Ellos y todos sabemos que ante cualquier eventualidad podrían cerrar la frontera, por lo que también hay que trabajar con ese escenario. Tenemos la coordinación cerrada con la DGT y a nivel policial con la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y los centros territoriales de Tráfico de la Ertzaintza, para ir embolsando a los transportes pesados antes de que llegue a Euskadi? Trabajar técnicamente la gestión del tráfico para evitar que las retenciones puedan producir aún más problemas.

¿Cuáles son las cuestiones que el conductor vasco, y en especial el guipuzcoano, tiene que tener en cuenta sí o sí a partir del 22 de agosto?

-A partir del 22 puede registrarse una gran afluencia de tráfico y controles por parte de las autoridades francesas, que se van a intensificar a partir del 18 de agosto. Esto puede generar tráfico lento por el paso fronterizo y la recomendación es evitar ese paso en las fechas afectadas entre el 23 y 26 de agosto. Además, las autoridades francesas desde las 6.00 horas del día 17 a las 6.00 horas del 27 van a cerrar a la altura del punto kilométrico 0,1 la salida Hendaia-Biriatu sentido Francia, por lo que habrá problemas, retenciones?

Han insistido en evitar el desplazamiento a Iparralde esos días.

-En esta situación, lo mejor es evitar el paso fronterizo en esas fechas, sí. Recomendaría a las personas que vivan cerca de esta situación que sigan las informaciones de los medios de comunicación, los servicios de Seguridad y el teléfono de tráfico 24 horas, el 011. La información va a ser puntual, constante y precisa.

Además de la autopista, Irun tiene dos puntos fronterizos con Hendaia, que puede provocar afecciones en la ciudad. ¿No va a quedar otra que paciencia?

-Paciencia y muchísima prudencia y responsabilidad. Cuando hablamos de evitar el paso fronterizo nos referimos a las tres posibilidades de paso. La salida Hendaia-Biriatu en la A63 va a estar cerrada diez días y el paso por el peaje será el más complicado. En el peaje hay diez cabinas y en situación de retención desde Tráfico instamos a la autopista del Sur de Francia a que abra todas las cabinas posibles. El pasado fin de semana tuvimos hasta nueve cabinas abiertas, pero no estamos exentos de que si las autoridades francesas detectan algún problema y cierran cabinas de peaje, se ralentice el tráfico. Tenemos que estar preparados y la información será fundamental. Toda persona que no pueda evitar pasar, que esté informada.

¿Temen que el fin de semana del 30 de agosto al 1 de septiembre registre aún un mayor tráfico de gente que evita el fin de semana del G-7?

-Es previsible. Si la información que estamos trasladando con los folletos, la señalización, también la que traslada la DGT es posible que esos pasajeros en tránsito internacional se planifiquen el retorno de otra manera evitando las fechas más complicadas. Contamos con ese escenario de que el tráfico se distribuya de manera diferente y a lo largo de la semana. Eso ya es gestión pura y dura de tráfico, pero ya sin cumbre, con las cabinas de peaje abiertas con normalidad, y será un tráfico lento, pero que tiene que retornar y que se distribuya de manera más prolongada a lo largo de la semana.