GASTEIZ. El secretario general de Derechos Humanos, Convivencia y Cooperación del Ejecutivo autonómico, Jonan Fernández, y la viceconsejera de Políticas Sociales, Lide Amilibia, han dado a conocer este lunes los detalles de este documento que se mantiene abierto a las aportaciones y a las circunstancias que puedan ir cambiando.
Este plan contempla tres hipótesis de trabajo. Una, la más probable, prevé flujos de llegada similares o algo superiores a los de 2018, con picos máximos de llegadas de 250 personas en un día. Para ello se tienen dispuestas ese número de plazas en el albergue de Bilbao (100), de Irun (60), San Sebastián (25) y Vitoria (65).
Además, se tienen otras 50 plazas como refuerzo puntual en los albergues de Berriz y Oñati.
Hay otro escenario "posible" con picos de hasta 500 llegadas en un día, con lo que los albergues de las tres capitales e Irun ampliarían sus plazas hasta llegar a esa cifra, y otro considerado "excepcional" con posible llegada de hasta 600 migrantes. Para este último caso a las plazas del anterior escenario se añadirían otras cien de otras tres instalaciones adicionales en Álava, y cuatro en Bizkaia y Gipuzkoa, respectivamente.
Desde junio de 2018 a marzo de este año, según datos de Cruz Roja, en estos albergues han sido atendidas 8.662 personas. Más de un 95 % de los migrantes siguieron su viaje antes de agotar sus primeros cinco días en Euskadi, por lo que unicamente 325 personas permanecieron en la comunidad autónoma después del quinto día.
Fernández ha hecho la estimación de que de los más de 8.000 migrantes en tránsito atendidos desde junio del año pasado alrededor de 150 han podido quedarse en Euskdi más de dos semanas, aunque no se puede hacer ningún cálculo de cuánto tiempo más se han quedado, si lo han hecho.
Amilibia ha explicado que se puede prever que el número de llegadas empezará a incrementarse a partir de este mes de junio y que los momento de mayor intensidad pueden concentrase entre julio y octubre.
Este plan, han aclarado los responsables del Gobierno, se refiere exclusivamente a los migrantes en tránsito y, por ello, si alguno solicita protección internacional es derivado inmediatamente al servicio específico o si alguno presenta una situación de vulnerabilidad se canaliza la respuesta adecuadamente.
La acogida humanitaria y la atención de emergencia que se prestará a las personas migrantes en tránsito que lleguen al País Vasco se ofrecerá a través del servicio de Cruz Roja, en línea con lo establecido por la Secretaría de Estado de Migraciones.
Los migrantes recibirán en un primer momento una revisión de su estado de salud y servicios como ayuda para llamar a familiares, y siempre que exista disponibilidad de plazas la estancia máxima en el albergue será de cinco noches, donde podrán dormir, comer, asearse y recibir los medicamentos prescritos por un médico.
Fernández ha puesto en valor la colaboración interinstitucional y social que existe en Euskadi para dar respuesta a esta situación, así como la ausencia de expresiones explícitas de "discursos xenófobos o racistas que agitan el miedo a la persona migrante", algo que sin embargo ha reconocido "prolifera en el entorno".
"Lo uno y lo otro debe cuidarse y preservarse porque tiene un valor incalculable para la convivencia y la cohesión social", ha añadido Fernández quien ha advertido que plantear la migración como un problema puede convertirse en "terreno abonado para quienes pretenden hacer demagogia o extraer beneficio político o electoral a cuenta de rumores, falsedades y temores".