madrid - El Ministerio de Sanidad aclaró ayer que no se ha producido ningún cambio en la normativa que regula la dispensación con o sin receta de fármacos como el ibuprofeno o el paracetamol, algo en lo que coincidieron desde el Consejo General de Colegios Farmacéuticos. El problema es que ahora las farmacias son más estrictas en la venta de fármacos que desde 2017 solo deberían ser dispensados con receta. Así el ibuprofeno, en presentación de 600 miligramos, es uno de ellos por los riesgos que entrañan sus efectos secundarios en dolencias renales y algunas infecciones, entre otros. El paracetamol de 1 gramo es otro, en este caso por los daños que puede causar al hígado. Otros ejemplos serían antiinflamatorios como el Voltarén y el Enantyum, analgésicos (Nolotil) y los antihistamínicos.
La puesta en marcha desde febrero del Sistema Español de Verificación del Medicamento (Sevem), el programa electrónico que sirve para controlar todo medicamento que se dispense en una farmcia así como las condiciones de su venta, impide que las farmacias se puedan saltar la prescripción, como ocurría hasta ahora. Los envases que se creen a partir de ahora tendrán que incluir una pegatina para evitar cualquier tipo de manipulación. Además tendrán que contar con un codigo QR para facilitar el registro de estos y un control más estricto. De esta forma, las farmacias se arriesgarían más si venden estos medicamentos a alguien que no tenga receta. Las cajas de Ibuprofeno y Paracetamol que no entran dentro de la normativa se podrán seguir adquiriendo sin receta. - DNA