Madrid - Naturalistas españoles llamaron a la reflexión para frenar el impacto de las actividades humanas sobre el “hogar común” y generar conciencia para un desarrollo sostenible con motivo del Día Mundial de la Madre Tierra, que ayer celebró diez años desde su designación oficial por parte de la ONU. “El Día de la Madre Tierra sirve para generar conciencia de forma simbólica” sobre la interdependencia entre los seres humanos, las demás especies vivas y el planeta que habitamos, dijo el biólogo Miguel Delibes de Castro.

Porque “en los casi 200.000 años de historia como Homo Sapiens”, la mayor parte del éxito del ser humano “ha radicado en el crecimiento y explotación de los recursos terrestres”, actividades que desde hace medio siglo están generando problemas de habitabilidad en la Tierra. Por ello, el experto llamaba a la reflexión general, para que “el único ser vivo racional en la Tierra tome las riendas del futuro”, aunque según subrayó, “más allá de este día” habría que plantear planes para tomar decisiones que faciliten el desarrollo sostenible.

El que fuera director de la Estación Biológica de Doñana (EBD) entre 1988 y 1996, observa en el cambio climático “una de las muchas caras del mismo problema del medio ambiente”, por lo que este Día de la Tierra “debe ser una jornada que sirva para darnos cuenta de que el planeta se nos queda pequeño porque nos creamos muchas necesidades”. Este día es una fecha que “pasa inadvertida con cierta frecuencia”, a pesar de que las personas “somos subsidiarias” de la Naturaleza, sostuvo por su parte el naturalista Joaquín Araujo, quien señaló el afán del ser humano por “sembrarlo todo de plásticos, inyectar humo a la atmósfera y sepultar la Tierra” bajo el hormigón en vez de “cubrirla de árboles”. “La defensa de la Tierra debería ser una cuestión de Estado”, enfatizó Luis Miguel Domínguez, quien lamentó que la reflexión sobre “el medio ambiente” no sea el tema de conversación “de ninguna de las propuestas en la campaña electoral”. - Efe

Sociedad civil. Asociaciones ecologistas y naturalistas animan a la sociedad civil a “tomar el mando de esta cuestión para lograr que los políticos tomen decisiones con carácter de Estado”, y para ello es necesaria la “contundencia y el rigor en los planteamientos”. Para ello, pusieron como ejemplo el movimiento juvenil mundial en defensa del planeta ‘Fridays For Future’.