pasaia - Las vacaciones de Semana Santa no han podido empezar mejor en Pasai Antxo. El sorteo del Cuponazo de la Once ha dejado en la localidad una lluvia de 11 millones de euros a repartir entre cerca de 80 vecinos. Uno de ellos se ha hecho con 9 millones, mientras que otros 79 han sido agraciados con 25.000 euros cada uno. Un millonario reparto cuyo máximo responsable es José Sánchez, el entrañable y muy conocido vendedor de la calle Hamarretxeta que el viernes por la noche se enteró de este particular golpe de suerte. “A mí dar un premio ya me parecía bien; dar once millones, dos mil millones de pesetas me parece lo más. No puedo estar más contento”, señaló el vendedor ayer a este periódico.
Pasaban unos minutos de las 22.00 horas cuando, de repente, sonó la llamada de la fortuna. “Yo trabajo de lunes a viernes y el viernes, cuando acabé, desconecté, como siempre. Pero como en el pueblo me conocen, fue un cliente el que me llamó y me dijo: José, que has repartido el Cuponazo”, narró Sánchez, todavía embargado por la emoción. “Es lo más, una felicidad muy grande. No he dormido tras la noticia”, reconoció.
No es para menos. La lotería tiene un punto de superstición y, tras nueve años vendiendo cupones en la calle de Pasaia y con cero premios en su currículum, la sombra del gafe rondaba en la mente de este trabajador de la Once. “En junio hace nueve años que empecé a vender cupones y no he dado nunca nada. Yo pensaba: Soy el tío más rentable del mundo para la Once. Muchas veces bromeábamos con los clientes con que la Once me iba a poner una estatua y el pueblo una cuerda para ahorcarme porque no doy ninguno. Pero mira, he dado dos mil millones de las antiguas pesetas, me cuesta hasta decirlo”, se congratuló.
No solo la elevada cifra del premio provoca felicidad en este vendedor, sino el hecho de que haya estado tan repartido. No en vano, Sánchez se refiere al número premiado como “el cupón del pueblo”. “La Once, en su tiempo, promovió el cupón del barrio, al que todo el mundo jugábamos, y yo cuando llegué al pueblo lo propuse a mis clientes”, recordó. “Estaban de acuerdo y jugábamos cada día un número distinto, pero todos el mismo. Jugábamos el diario, los fines de semana... Lo que no pensábamos es que nos iba a tocar esto”, reconoció.
Esta circunstancia, hace que Sánchez sepa perfectamente quiénes son los agraciados y pueda compartir su felicidad e incluso celebrarlo en grupo. “Yo no tengo cabina, ando por el pueblo y tengo un trato directo con los clientes. Somos como una familia, porque además en el pueblo somos poquitos”, aseguró, al tiempo que prosiguió: “El de los 9 millones no tengo ni idea de quién es y si te digo la verdad, no quiero ni saberlo, pero bueno, el resto puedo decir casi uno a uno quiénes son, porque son clientes de diario, son habituales, nos conocemos”. Se felicitó especialmente por el perfil de cliente agraciado: “Sé que es un dinero que va a hacer mucho bien. Con la situación en la que estamos, es un premio que hacía mucha falta, porque ha tocado a mucha gente mayor, mucho pensionista”.