SANTIAGO. La presunta víctima de un intento de rapto que habría intentado cometer José Enrique Abuín Gey, el Chicle, en la noche del 25 de diciembre de 2017, ha asegurado este miércoles en el juicio que el acusado llegó a meterla en el maletero mientras ella pedía "auxilio" y ha recordado, entre sollozos, esa jornada de Navidades en la que le "cambió la vida".
La joven, que ha declarado tras un biombo para proteger su identidad, ha rememorado la noche en la que, ha dicho, el acusado intentó, en un primer momento, robarle el teléfono móvil pero, siempre según su versión, tras la negativa intentó meterla en el maletero de su coche.
La declaración de la joven es en este extremo opuesta a la realizada minutos antes por el encausado, que en sede judicial negó que hubiese intentando raptar a una chica en Boiro (A Coruña) en esa noche del 25 de diciembre y contó que únicamente intentó robarle el teléfono móvil.
La víctima ha recordado no obstante que el hombre que ahora se sienta en el banquillo, de forma brusca y con un utensilio que según la víctima "era un cuchillo", se acercó a ella para robarle el teléfono móvil, a lo cual se negó por entender que era la única "salvación" que ella tenía para poder llamar a la policía si intentaba secuestrarla como parecía.
"En todo momento lo que sujetaba era el móvil, porque era la única forma de salvarme, para poder llamar a la policía o lo que fuese", ya que la actitud del agresor fue brusca, ha dicho, hasta el extremo de meterla en el coche, aunque no pudo cerrar la puerta del maletero porque, en base a su testimonio, tuvo en todo momento las piernas colgando por fuera.
Esta mujer, a petición de la representante del Ministerio Fiscal, ha mirado al acusado y ha confirmado que es exactamente la persona que la agredió: "Sí que es él".
Durante su declaración, la víctima ha asegurado que aquella jornada la ha marcado, con secuelas que perduran hasta el día de hoy.
"Me cambió la vida totalmente, yo era una persona súper sociable y ahora apenas salgo de casa, apenas hablo con mis amigos", ha desvelado, e incluso tiene dificultades para salir de su propia vivienda, aunque lo intenta, siguiendo la recomendación de sus psicólogos.
"Al principio tenía que salir siempre con gente", ha añadido, pero ahora intenta salir sola porque "me mandan los psicólogos intentar rehacer mi vida, como tema de terapia. Voy a dos psicólogos, a uno privado y uno público", ha afirmado, y continúa medicada.
El Chicle está acusado de un delito de detención ilegal o, alternativamente, uno consumado de coacciones, así como de un intento de agresión sexual, robo con violencia e intimidación en grado de tentativa, un delito de amenazas y otro de lesiones.
La Fiscalía solicita una condena de 15 años y diez meses de cárcel y el abono de una indemnización de 15.750 euros.