Málaga - El pozo de Totalán donde cayó el pequeño Julen Roselló, de 2 años de edad, el 13 de enero está en suelo no urbanizable común, lo que implica que, con los permisos correspondientes, hubiera podido hacerse la perforación de manera legal si se hubiese justificado el fin para el que se quería el sondeo.
Fuentes judiciales indicaron que, cuando un terreno se encuentra en suelo no urbanizable común, se pueden realizar diversas actuaciones compatibles con uso agrícola, ganadero, industrial e incluso turístico, pero siempre que la obra tenga interés público.
Al tratarse de un suelo rústico que no tiene ningún tipo de protección o afectación, ya que no es parque natural ni zona protegida, en la finca de Totalán se podría haber pedido permiso para excavar el pozo -algo que no se hizo- o realizar otra actuación, pero siempre con un informe vinculante favorable.
Según las investigaciones, tanto el pozo como los movimientos de tierra se realizaron en diciembre, y todo apunta, según confirmaron las citadas fuentes, a que primero se hizo el pozo y luego se movió la tierra, aunque hay que esperar a los informes finales.
Dos días después del entierro del menor en el cementerio malagueño de El Palo continúan las muestras de dolor y también de reconocimiento al dispositivo que participó en su rescate, y en Internet se recogen firmas para que la Brigada de Salvamento Minero sea distinguida con el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia.
La Asociación Unificada de Guardias Civiles hace extensiva esta petición del Premio Princesa de Asturias a todo el dispositivo, mineros, miembros de Protección Civil, bomberos, guardias civiles, personal sanitario y el resto de personas que han trabajado durante estas semanas.
El Ayuntamiento de Málaga anunció que el 6 de febrero distinguirá a los participantes en el dispositivo, y el concejal no adscrito Juanjo Espinosa solicitó que este equipo sea reconocido con la Medalla de la Ciudad.
El equipo de psicólogos que ha atendido a la familia de Julen, por su parte, continúa a disposición de los parientes, por si fuera necesario, en un momento en el que necesitan intimidad.
la cicatriz de julen Mientras tanto, Totalán intenta volver a la tranquilidad, pese a que su alcalde, Miguel Ángel Escaño, asegura que “la cicatriz va a quedar para siempre” y que “no hay punto y final en esta historia”, sino que todavía quedan “muchas cosas que hacer”, en referencia al apoyo que precisa la familia y a las diligencias judiciales abiertas.
Alrededor de medio centenar de personas acudieron ayer al minuto de silencio que se realizó al mediodía por tercera jornada consecutiva en las puertas del Ayuntamiento durante el tercer y último día de luto decretado por el consistorio, en el que las banderas ondearon a media asta o con un crespón negro.
“Todos los vecinos están muy implicados y han vivido en primera persona todo el transcurso”, resaltó Escaño, que apuntó que la marca física que ha quedado en el pueblo, la de las tierras revueltas donde se rescató el cuerpo del pequeño, está ya a disposición judicial para su investigación.
Junto a la casa en la que se improvisó el puesto de mando del operativo de rescate, ayer todavía quedaban estacionadas algunas brocas y camiones-grúa, que deberán volver a sus labores habituales tras dos semanas en las que los cuerpos de seguridad y los habitantes del pueblo se han volcado.
Una de las vecinas asistentes al minuto de silencio, visiblemente afectada, expresó que “la angustia no se va” y que siente que tiene a Julen “aquí dentro” de sí misma.
Varios de los presentes en el minuto de silencio sostuvieron un cartel que rezaba “Julen en nuestros corazones”, una iniciativa de la escuela infantil Azahar, que también llevó a la concentración a una decena de niños de hasta 3 años de edad acompañados de sus padres y con globos con forma de corazón rojos y blancos en los que se podían leer las palabras “Julen” y “Totalán”.
La maestra y directora de esta escuela infantil -la única del pueblo-, Paula, contó que las profesoras se han sentido “muy tocadas” por el suceso, ya que Julen tenía una edad similar a la de los niños que ella cuidan.
“Es como si hubiera un alumno nuestro”, sentenció la directora, que desde la guardería -situada frente a la montaña- pudo seguir “día a día” los intentos de rescate y quiso recordar al pequeño mediante este “detalle” de la escuela infantil.
“Le he explicado a los niños que en Totalán tenemos un ángel y que le vamos a hacer una cosa bonita”, relató esta maestra, a la que le gustaría que el cartel que ha ideado y ejecutado personalmente le llegara a los padres del malogrado Julen.
José Vázquez, vecino de Totalán “de toda la vida”, explicó que, durante el operativo de rescate, escuchó todas las noches el trabajo de las máquinas, lo que ha sido una espera que en el pueblo ha supuesto “una pesadilla grande”.
“Poquito a poco el pueblo irá volviendo a la tranquilidad, pero ahora mismo está roto totalmente”, destacó Vázquez, que no recuerda ninguna “cicatriz” parecida en la localidad de Totalán.- Efe
Los psicólogos piden intimidad para la familia de Julen. El equipo de psicólogos que ha atendido a la familia de Julen continúa a disposición de los parientes, por si fuera necesario, en un momento en el que necesitan intimidad. Francisca Ruiz, vicedecana del Colegio de Psicólogos de Andalucía Oriental, advirtió de que “ahora necesitan su espacio e intimidad” para analizar y digerir lo ocurrido.
Toxicología sabrá en dos semanas las causas de la muerte del niño. El Instituto Nacional de Toxicología prevé que en unas dos semanas se puedan determinar las causas exactas de la muerte de Julen. Fuentes del Instituto han explicado a Efe que cuando reciban las muestras del cuerpo del pequeño harán un análisis microscópico de sus heridas, un trabajo que permitirá concretar cuándo y cómo murió.
El delegado del Gobierno en Andalucía admite que no sabían en qué punto estaba Julen. El delegado del Gobierno en Andalucía, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, admitió que “con toda la certeza, en ningún momento” sabían que realmente el pequeño estaba en ese punto del pozo, a 71 metros de profundidad, sino que era “una hipótesis”. “Había una hipótesis y se pidió a los mineros que actuaran en unos tres metros”, aseguró.