donostia - El CIC Nanogune se constituye en febrero de 2006, pero no es hasta 2009, en plena crisis, cuando se inaugura. ¿Temió por el proyecto?
-Cuando empezó la idea no había crisis. Un árbol tiene frutos y raíces y hay que felicitar a Nanogune por lo que se ve, esta producción científica, y por lo que no se ve. Y entre la concepción y los pasos iniciales y la inauguración entramos en plena crisis, pero hay que decir que las instituciones vascas, y este es uno de los grandes aciertos del autogobierno vasco, mantuvieron de una forma clara el apoyo por estas políticas de largo plazo y comprendieron lo que había entendido antes el primer Gobierno Vasco, que con un 30% de paro apostó por la ciencia y la tecnología, por el futuro. Y también las instituciones estos últimos gobiernos de la década, con Ibarretxe, López y Urkullu, entendieron que si en algo no podemos ahorrar es en nuestro futuro.
¿Cómo recuerda los inicios?
-En 2005 ya hablo con Txema Pitarke (director del CIC Nanogune) y su nombramiento es en 2006. Cuando se constituye el centro, es fruto de una reflexión muy profunda y de consultas con el comité asesor y también del esfuerzo para crear las condiciones para que la cima del talento nos eligiese. Y ese sustrato bien cultivado es lo que ha posibilitado que en diez años se haya logrado no un milagro, pero sí algo excepcional.
¿Esto es el mérito de muchos?
-La idea de los CIC, que es una idea novedosa, surge el el Departamento de Industria del Gobierno Vasco. Y también hay que señalar de forma muy importante la labor en la atracción de talento de Ikerbasque y, para ser justo, la contribución que hubo en el momento de la construcción de Nanogune por parte del Grupo Parlamentario Vasco, porque se consiguieron más de 25 millones de euros para la construcción del edificio y la adquisición de equipamiento. Y es justo reconocer el nombre de Pedro Azpiazu, que es con quien negocié estas nominativas, a cambio del apoyo dentro del presupuesto del Gobierno socialista. Pero si bien es cierto que todos son importantes, hay personas singulares. Y una de ellas es Txema Pitarke. Sin él, Nanogune no habría llegado a ser lo que es. - M.M.