Bilbao - “Era una mujer muy alegre y amigable. Era muy conocida en el barrio porque se llevaba muy bien con todos”, dijo ayer Peru, uno de los vecinos de San Inazio que todavía seguía “en shock” tras conocer que el lunes el cuerpo de una de sus vecinas fue encontrado sin vida en su vivienda de la calle Larrako Torre.
De hecho, según informó el Departamento vasco de Seguridad, un hijo de la fallecida fue detenido por, supuestamente, no prestar auxilio a la víctima tras una caída que sufrió el lunes. Las investigaciones llevadas a cabo por la Ertzaintza en primera instancia apuntaban a que “podría haberse producido una posible imprudencia grave”. Sin embargo, a última hora de la tarde de ayer, el sospechoso fue puesto en libertad.
La mujer de 82 años fue localizada fallecida alrededor de las 15.00 horas del lunes en su domicilio del número 34 de la calle Larrako Torre de San Inazio, tras alertar sus familiares de la situación. Al lugar se desplazaron recursos policiales y sanitarios que solo pudieron confirmar el fallecimiento de la víctima.
“Debe ser un palo muy grande encontrarte a tu madre así”, prosiguió Peru. Por su parte, Marisol, que vive en el portal contiguo, aseguró estar “muy impactada” con lo ocurrido porque muchas veces se encontraba con ella en el parque. “Ella bajaba a pasear y es verdad que la última vez que coincidí con ella la vi muy delgada. Me he quedado helada cuando me he enterado de lo que había pasado”, contó. Y prosiguió: “Lo que no entiendo es por qué si se ha dado un golpe no la atendieron. Eso es lo que más me ha llamado la atención porque hacer eso es algo horrible”. Por ello, Marisol intentaba buscar alguna razón para entenderlo. “Igual ella misma les dijo que estaba bien y al final ha sido todo más grave de lo que ellos creían”, dijo con voz entrecortada.
“Muerte sospechosa” Según determinó el médico forense, el juzgado de guardia fue informado de la situación y se activó el protocolo de “muerte sospechosa violenta”. Hasta el lugar de los hechos se desplazaron el lunes efectivos de la unidad de la Policía Científica de la Ertzaintza con el fin de llevar a cabo las labores necesarias para esclarecer lo ocurrido.
Las indagaciones realizadas llevaron a la Ertzaintza a determinar que la muerte se podría haber producido “por una posible imprudencia grave, al no haber recibido la víctima el debido auxilio tras sufrir una supuesta caída el día anterior, por lo que se procedió a la detención de un hijo de la fallecida”.
El arrestado, de 56 años, fue trasladado a dependencias policiales con el fin de llevar a cabo los trámites oportunos y tras pasar a disposición judicial ayer fue puesto en libertad.