Donostia - Cuatro hombres se enfrentan a una petición de cuatro años de cárcel, acusados por la Fiscalía de Gipuzkoa de integrar una banda que presuntamente trató de introducir en Irlanda, desde el puerto de Bilbao, 369.370 cajetillas de tabaco de contrabando, valoradas en casi cuatro millones de euros, haciendo pasar la carga como cartón y papel.
Según el escrito de acusación del Ministerio Público, al que ayer tuvo acceso Efe, los cuatro procesados, junto a otras personas no identificadas, formaban parte desde el año 2009 de esta banda, en la que cada uno de ellos desempeñaba “diferentes tareas” bajo la “dirección y supervisión” de uno de los encausados.
En este contexto, en septiembre de 2011 los inculpados presuntamente “se concertaron para transportar a Irlanda una gran cantidad de tabaco de marcas inglesas y procedencia extracomunitaria” que habían sido introducidas en España “de manera ilícita”.
La banda almacenaba las cajas en una nave supuestamente alquilada por uno de los procesados en la localidad guipuzcoana de Urnieta, donde aparentaba guardar “cubiertas y aceites” y desde la que pretendía hacer llegar la mercancía al puerto de Bilbao en un contenedor. “A fin de encubrir su actividad ilícita -describe el texto de la Fiscalía- los acusados declararon como carga transportada 20.000 kilos de cartón y papel” e “hicieron figurar como remitente” a una empresa cuyos datos habían sido obtenidos de manera ilícita por uno de los inculpados.
De Bilbao a Dublín Asimismo, el traslado del contenedor con el tabaco hasta la dársena de Bilbao y posteriormente hasta el puerto de Dublín en Irlanda fue contratado con una compañía de transporte que “desconocía su contenido” por otro acusado, quien empleó para ello una identidad falsa y tarjetas de telefonía “obtenidas fraudulentamente”.
Según consta en en el texto de la Fiscalía, la banda hizo constar como destinataria del envío una empresa industrial, “cuya identidad también fue usurpada” ya que en realidad era “ajena al transporte” del tabaco.
Finalmente, el contenedor llegó a Dublín el 12 de septiembre, donde fue interceptado por agentes de la aduana que lo examinaron mediante un escáner y descubrieron que contenía 369.370 cajetillas de tabaco de contrabando valoradas en 3,9 millones de euros con un perjuicio para la Agencia Estatal de Administración Tributaria de 1.368.198 euros.
La Fiscalía de Gipuzkoa considera que estos hechos son constitutivos de un delito de contrabando y otro de integración en grupo criminal por el que reclama penas que suman cuatro años de prisión para cada uno de los acusados y que éstos compensen a la Agencia Tributaria con la cantidad defraudada. - Efe