madrid - Tres cuartas partes de los ganadores de la lotería tienen mucho menos dinero cinco años después de haber ganado el premio, según informa la web www.rastreator.com. En este sentido, ofrece una serie de pautas para “administrar el premio de manera adecuada”, que constará de 322.000 euros, una vez abonados los impuestos, para aquellos que ganen El Gordo del sorteo de Navidad. El primer consejo pasa por saber si amortizar la hipoteca es una opción rentable. Para ello, insta a “estudiar las particularidades de cada préstamo y las consecuencias de realizar una amortización anticipada”.

Otro punto a tener en cuenta es la fiscalidad. A las viviendas compradas antes del 1 de enero de 2013 se les aplica una desgravación del 15% de las cantidades aportadas sobre un máximo de 9.040 euros anuales. De modo que, amortizar la hipoteca es una alternativa a tener en consideración si se compara con otros productos de ahorro como los depósitos, ya que ninguno ofrece un tipo de interés que llegue hasta el 15%. Si, por el contrario, la vivienda se compró después de esa fecha y, por tanto, no existe beneficio fiscal, el ahorro de intereses es prácticamente inexistente.

Por otro lado, si el comprador de un décimo se hace con el máximo importe, tendría la posibilidad de dejar de trabajar y vivir, de forma holgada, unos 12 o 13 años.

Sin embargo, si en vez de gastar el premio o eliminar deudas, prefiere hacerlo crecer, existen algunas opciones para maximizar los beneficios: comprar una vivienda para alquilarla o invertir en activos financieros para diversificar el dinero. Además, ser solidario para ayudar a los desfavorecidos también es un “premio” ante Hacienda, ya que las desgravaciones podrán llegar hasta el 75% cuando se trate de donaciones de hasta 150 euros y hasta el 35% cuando estas excedan dicha cantidad.

personas vulnerables Por otra parte, hay un factor que puede hacer que la compra de lotería no acabe: la envidia preventiva y la demostración de superioridad. “Las decisiones de compra las tomamos desde el hemisferio emocional del cerebro. Realmente no importa si el día 22 resulta ganador o no, los sueños y deseos que se generan hasta ese día fomentan nuestra compra compulsiva”, explica la psicóloga de Top Doctors María Elvira Vague. Entonces, el ser humano juega por dos motivos: por diversión y para demostrar su superioridad. En este punto aparece la superstición como forma de intentar controlar e influir en el devenir de los acontecimientos. Personas con trastorno bipolar, TOC o ludopatía, son los perfiles más vulnerables ante la lotería. - E.P.