MADRID. Fuentes de la investigación han indicado a Efe que se trabaja con la hipótesis de que Laura Luelmo fuera asesinada en un lugar y trasladada después al paraje donde fue hallada ayer, que todavía no había sido rastreado.
En la primera inspección ocular al cuerpo de la joven profesora de 26 años encontrado en una zona de terraplén y matorrales a varios kilómetros de El Campillo (Huelva), localidad donde residía desde el pasado día 10, los agentes constataron que Laura tenía un golpe en la cabeza.
De la inspección sobre el terreno que durante varias horas hicieron los agentes de criminalística de la Guardia Civil, las fuentes han indicado a Efe que los efectivos se llevaron algunos indicios que tendrán que analizar, aunque los resultados de la autopsia serán claves para avanzar en la investigación.
Las fuentes consultadas han explicado que el lugar donde se halló el cuerpo de Laura Luelmo no había sido rastreado anteriormente, sino que iba a ser inspeccionado ayer tras buscar el domingo en una zona limítrofe.
Por este motivo, decenas de voluntarios estaban por la zona y, de hecho, fue uno de ellos, el que alertó a la Guardia Civil, en torno al mediodía, de que había encontrado unas prendas de mujer.
A 200 metros de la ropa, en las inmediaciones de la N-435, los efectivos de la Guardia Civil hallaron el cuerpo sin vida de la víctima.
Mientras, los investigadores de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil siguen recabando indicios sobre el autor o autores de los hechos, y estudian y descartan a posibles sospechosos.
Así, por ejemplo, se ha comprobado que un vecino de la joven, identificado como Luciano y que fue condenado hace años por la muerte de una mujer, estaba en prisión hasta ayer por la mañana, por lo que no se encontraba en el pueblo cuando desapareció Laura Luelmo.
La Guardia Civil tiene controlado también al hermano de este hombre, con antecedentes penales, pero insisten las fuentes en que para que alguien pueda ser acusado de un delito hay que tener indicios o pruebas suficientes.