PAMPLONA - Un informe del Laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil ha confirmado la presencia de residuos de disparo en las dos manos del supuesto autor del triple crimen de Cáseda, Juan Carlos Jiménez Jiménez, 53 años y vecino de Muniáin de la Solana. La pericia es compatible con lo declarado por los testigos sobre los disparos de escopeta que acabaron con la vida de Fermín Jiménez Echeverría, de 50 años, así como de sus hijos, José Antonio y Cristian, de 20 y 17 años.
El principal acusado del crimen de Cáseda, ocurrido el 18 de septiembre en la calle Nueva de la localidad, se mantiene en prisión provisional comunicada y sin fianza, al igual que sus dos hijos Juan Carlos y Emilio, de 22 y 18 años respectivamente. La investigación llevada a cabo por la Guardia Civil y la Policía Foral indica que Juan Carlos Jiménez Jiménez disparó en cuatro ocasiones contra las tres víctimas mortales en el curso de una disputa familiar por la relación que mantenían sendos miembros de cada uno de los clanes.
Las pruebas de residuos de disparo realizadas a los tres investigados confirmaron la presencia de restos de pólvora en las dos manos del padre, según consta en un informe elaborado por el Laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil que obra en las diligencias que instruye el Juzgado de Instrucción número 2 de Aoiz. Los residuos de disparo también fueron hallados en las dos manos del hijo pequeño, Emilio, y en una de las manos de su hermano Juan Carlos, aunque los investigadores señalan que la presencia de estos restos de pólvora no serían concluyentes, ya que este tipo de residuos pueden hallarse en las manos de una persona si se encuentra en las proximidades de un arma cuando es disparada e incluso por transferencia o contacto del autor de unos disparos.
El Juzgado de Instrucción número 2 de Aoiz deberá pronunciarse próximamente sobre la petición por parte de la acusación particular de tomar declaración en sede judicial a los dos principales testigos del crimen, hijos de los autores y víctimas del crimen, que presenciaron lo ocurrido. Según la declaración que prestó la hija de los encarcelados en comisaría, su padre fue quien sacó la escopeta del turismo en el que los detenidos se habían trasladado a Cáseda y quién realizó los disparos, mientras que el hijo de los tiroteados declaró que fue el menor de los encarcelados quien sacó la escopeta para intimidar a las víctimas y fue el padre quien se la arrebató y a continuación realizó los disparos que acabaron con sus vidas.