donostia - 30 días libres de plástico, ¿es posible?
-Es muy difícil, pero puedes reducir bastante la cantidad. Empecé a pensar en vivir sin bolsas de plástico y ahora evito cuatro de las normales a la semana y ocho de las ligeras, de las de fruta.
El día 1 que decide desterrar el plástico, ¿qué hábitos cambia?
-Empiezo con analizar cuándo compro, en mi caso los sábados y los miércoles. Para evitar la bolsa del pescado, por ejemplo, me preparo mi kit con un tupper, una bolsa grande y llevo también una bolsa de red hecha por las rederas de Ondarroa para coger la fruta.
¿Cómo le miran los dependientes, como a un bicho raro?
-Al principio me daba mucha vergüenza, pero la primera vez fue una gozada, muy discreto. Ahora tampoco me importa haber llegado a ser conocida como la señora esa de las no bolsas. Me tratan súper bien, me regalan vasos, el carnicero me sonríe más...
¿Hay objetos que ha tenido que cambiar para evitar el plástico?
-Sí, porque una vez que vi que evitar las bolsas era tan fácil, quise ser más ambiciosa y analizar el cubo del reciclaje amarillo de mi casa. Me saltaron las luces de alarma, porque consumo mogollón de envases de productos sobreempaquetados. Adquirí una bolsa de algodón para el pan y ahora compro pan de hogaza en otro sitio. Además, he descubierto que en mi barrio, en El Antiguo, hay una tienda que vende a granel y es una maravilla. Los miércoles voy con mis tarros de cristal de los pimientos. Ahora los yogures los hago con mi yogurtera y la leche de Igeldo la cojo con la botella de cristal en las máquinas. He descubierto que a raíz de quitar plástico consumo productos más locales, más sanos y mejores.
Tras su experiencia, ¿cree que utilizamos cantidades ingentes de plástico sin sentido?
-Absolutamente. En este tema nos tenemos que empoderar, porque pienso que individualmente tenemos mucho poder, más del que imaginamos. Si como consumidores vamos abandonando los productos sobreempaquetados, la industria ya se espabilará. Yo necesito saber que en esa isla de basura que está por el Pacífico no están los plásticos que yo genero.
¿Hay algún producto que, tras analizarlo, le haya sorprendido?
-El de las bolsas de té, que yo pensaba que eran de papel, pero tienen plástico y sorbito a sorbito nos lo vamos tomando. De hecho hay un estudio que ha analizado las heces de personas y se ha encontrado presencia de plásticos. Hace tiempo que nos lo estamos comiendo y eso es asqueroso.
¿Cree que se puede ir hacia un mundo sin plástico?
-Si nos sacudimos esa pereza y nos ponemos en activo, es más fácil que difícil. También creo que es importante no ser talibán ni en esto ni en nada.