DONOSTIA. "Me superó la situación y tomé la decisión de tirar a la niña al contenedor", ha explicado la acusada, durante la primera sesión del juicio por estos hechos celebrada esta mañana en la Sección Primera de la Audiencia de Gipuzkoa.
A preguntas del fiscal, la encausada, que se enfrenta a una petición de pena de 19 años y 11 meses de prisión por un delito de asesinato en grado de tentativa con alevosía y la agravante de parentesco, ha admitido que era consciente de que "si no la encontraba nadie moriría".
Ha recordado que alumbró a la bebé sola en el piso en el que estaba empleada, en la Parte Vieja de Donostia, tras lo que la envolvió en una manta a la niña y salió a la calle.
La mujer, que durante el juicio se ha mostrado entre compungida y arrepentida, tapándose constantemente el perfil de la cara con una mano, ha comentado que aquella noche, la madrugada del 22 de noviembre, comenzó a deambular por las calles de Donostia hasta que abandonó a la niña en un contenedor de basuras de la calle San Juan, cerca de la plaza de Zuloaga.
La procesada, de nacionalidad extranjera y que se encuentra encarcelada en el centro penitenciario de Martutene, ha explicado que no tiene familia en nuestro país ni contacto con el padre de la pequeña.