bilbao - La comunidad africana de Bilbao criticó ayer que Maguette Mbeugou, la joven madre de 25 años degollada el martes por su pareja en presencia de sus dos hijas, no tuviera protección después de haber puesto una denuncia ante la Policía Municipal por maltrato, no confirmada por el Ayuntamiento y sobre la que declinó hablar el alcalde, Juan Mari Aburto. Además, ayer se encontró el cuchillo con el que habría sido asesinada en un contenedor de basura.
Así pues, en los alrededores del Ayuntamiento de Bilbao se reunieron representantes de todas las instituciones, así como centenares de ciudadanos, entre los que se encontraban portavoces de las comunidades senegalesa y africana de la capital vizcaína.
Cuando terminó la concentración silenciosa de cinco minutos, la representante de la asociación de mujeres africanas, Marie Lucia Monsheneke, afirmó, “sin acusar a nadie”, que cuando una mujer africana, “con todo el peso cultural” que lleva consigo, se atreve a denunciar “hay que tomarlo en cuenta”.
Asimismo, destacó “la doble violencia que sufre la mujer inmigrante”. “Nadie habla mal” del presunto asesino de Mbeugou, porque el maltratador “no tiene perfil” y puede ser “majo en la calle y un demonio en casa”, señaló.
En esto, el presidente de la Unión de Senegaleses de Bizkaia, Abdoulaye Wade, afirmó que están “indignados” por el hecho de que la víctima no tuviera protección tras presentar una denuncia contra su marido, aunque recalcó que no tiene que ver con una discriminación por ser inmigrante, porque a otras compatriotas sí les han concedido esas medidas. “No acuso a nadie, pero a la población inmigrante que denuncia le deberían dar asilo desde el primer momento hasta el final”, añadió.
asco Por su parte, Aburto expuso que “sobran los asesinos, los maltratadores, los violadores, los malnacidos que no respetan a las mujeres. Siento asco, tenemos que ser capaces entre todos de sacar de esta sociedad a esa gentuza sin escrúpulos”.
No obstante, se alegró porque “el presunto autor de tan macabro asesinato haya sido detenido por la Policía”, lo que no quita que el suceso haya dejado una huella triste en la ciudad, que llora “la muerte de una mujer de 25 años y a dos hijas huérfanas”, señaló.
Estas niñas, menores de cinco años, fueron acogidas ayer por los servicios de menores de la Diputación de Bizkaia, que se puso en contacto con el hermano del padre, residente en Bilbao, y con el hermano de la madre, llegado desde Francia, para decidir su tutela. - Efe