gasteiz - Compartir como punto de partida, ese es el objetivo de Share, una propuesta diseñada por el Gobierno Vasco en la que plantea un reparto de migrantes, tanto entre los países europeos como entre las comunidades autónomas, basado en tres parámetros: los ingresos fiscales, la población y el índice de desempleo. “La aplicación de la clave Share se puede proyectar transversalmente sobre tres ámbitos temáticos: personas refugiadas, migrantes en situación no regularizada y Menas, y sobre tres ámbitos territoriales: entre estados dentro de la UE, entre comunidades autónomas en cada Estado y comarcas dentro de cada comunidad autónoma”, explicó ayer el secretario general de Derechos Humanos, Convivencia y Cooperación, Jonan Fernández, durante la presentación del documento. “El mensaje que hay detrás de esta propuesta es ‘pedimos y ofrecemos un compromiso’”, destacó.

El Gobierno Vasco presentará esta propuesta en el Comité Europeo de las Regiones, cuya reunión tendrá lugar los próximos 9 y 10 de octubre en Bruselas y se basa en la necesidad de dar una respuesta en todos los niveles competenciales a los flujos migratorios de refugiados, solicitantes de asilo, menores y jóvenes extranjeros no acompañados y migrantes económicos. La propuesta de Lakua es que, en ese reparto, los ingresos fiscales tengan un peso de un 50% para “distribuir el esfuerzo teniendo en cuanta la situación y recursos en los distintos ámbitos territoriales”; la población, un 30% para “establecer una forma equilibrada y razonable de compartir el esfuerzo”, y el índice de desempleo, un 20% porque “la integración de los migrantes está directamente vinculada a su inserción laboral”.

Esta propuesta está inspirada en la fórmula empleada en Alemania para distribuir a los solicitantes de asilo entre los länder, aunque en este caso no se tiene en cuenta los parámetros de índice de empleo.

Tras reconocer que el Gobierno Vasco tiene “competencias limitadas” en esta materia, Fernández mostró su disposición a “colaborar con quienes quieran elaborar una estrategia basada en los ideales europeos, en línea con quienes quieren acoger y trabajar por una integración de estas personas de manera regularizada”. Además, destacó que se trata de una propuesta “abierta” y cree que “la solución a este problema está en compartir de forma voluntaria, con quien quiera”.

El documento fue presentado en un desayuno informativo por parte de la viceconsejera de Políticas Sociales, Lide Amilibia; el director de Política Familiar y Diversidad, Ernesto Sainz, Jonan Fernández y la directora de Víctimas y Derechos Humanos, Monika Hernando. “Los movimientos migratorios representan una situación que requiere una respuesta a todos los niveles competenciales. Se trata de un fenómeno en el que se entremezclan realidades de personas en diferentes situaciones”, señaló Amilibia.

“El reto migratorio no es ajeno al reto migratorio”, apuntó la viceconsejera, quien destacó que “las sociedades europeas y la vasca, en particular, tenemos la necesidad objetiva de la aportación de los migrantes para el sostenimiento del modelo de bienestar”. “Hoy, los países más prósperos en el mundo son aquellos que mejor han sabido acoger e integrar los flujos migratorios y que mejor han sabido promover la convivencia intercultural e interreligiosa en su seno”, concluyó.

En este sentido, el Departamento de Empleo y Políticas Sociales y la Secretaría de Derechos Humanos, Convivencia y Cooperación han trabajado conjuntamente para establecer, hasta la fecha, un sistema de respuesta interinstitucional, “ordenado y solidario” a los fenómenos migratorios. Con la presentación del nuevo documento se pretende “seguir mejorando” la respuesta y para ello ofrece una batería de propuestas “a todos los niveles”: europeo, con la presentación de la propuesta Share; estatal, a través de una agenda de trabajo compartido para configurar una respuesta integral y europea ante el reto migratorio, y a nivel de Euskadi, donde se impulsará un Pacto Social Vasco para la Migración, se consolidarán las mesas de trabajo interistitucional y social creadas en diferentes ámbitos y se propondrá su coordinación con el Foro por la Inmigración con una perspectiva de visión integral y global.

Fernández avanzó otras propuestas recogidas dirigidas a la UE, como un plan para liderar la lucha contra la pobreza y la desigualdad en los países de procedencia de los migrantes o establecer un estándar europeo de procedimiento rápido de asilo, “aprovechando buenas prácticas como, por ejemplo, el caso de Holanda”. Entre las propuestas dirigidas al Gobierno español destaca una iniciativa para reforzar los recursos consulares y el acceso a visados de residencia, trabajo y estudios en países de procedencia de migrantes o la modificación del artículo 31 de la Ley de Asilo 12/2009 para promover la participación de los Gobiernos autonómicos en los procesos de acogida e integración de personas refugiadas. También plantea una propuesta para promover acuerdos con los países de procedencia de los menas en formación profesional, proyectos de cooperación o programas de retorno a la familia.

Flujos migratorios Los retos que plantean los flujos migratorios han marcado la agenda política durante todo el verano, cuando el Estado español se convirtió en la principal ruta migratoria de África a Europa. Solo en agosto, 6.500 inmigrantes cruzaron las fronteras españolas, un dato que eleva la cifra de todo el año hasta las 30.000 personas. Muchos de los que ingresan en territorio español son menores extranjeros no acompañados, un fenómeno que ha ido en aumento en los últimos años y que ha sido motivo de preocupación y debate en Euskadi, receptor de buena parte de estos jóvenes -en la actualidad acoge a más de 700-. Para hacer frente a esta situación, y sobre todo a la desigual distribución de estos menores entre las comunidades autónomas, el Gobierno de Pedro Sánchez ofreció a comienzos de mes 40 millones de euros para mejorar la atención a los menores extranjeros no acompañados e incentivar a las comunidades a que hagan posible una distribución entre ellas. En total, y tras actualizar los datos, se calcula que hay unos 10.100 menores no acompañados que dependen de los sistemas de acogida autonómicos. Andalucía, por ejemplo, es responsable de más de 4.000 de ellos, mientras que Catalunya lo es de 2.200.

Saldo positivo. Euskadi mantuvo en 2017 un saldo migratorio positivo, ya que vinieron un total de 10.725 personas más de las que se fueron, cifra superior a los 8.871 del año anterior, según datos elaborados por Eustat y que ha dado a conocer esta semana. A pesar de estas cifras, la población inmigrante sigue siendo muy inferior a la media del conjunto del Estado.

Por territorios. Bizkaia, que ganó 5.461 personas, presentó el saldo migratorio más elevado en cifras absolutas de toda la CAV. Gipuzkoa tuvo un saldo positivo de 2.915 personas y Araba ganó 2.349 personas por causa de la migración exterior.

Por ciudades. En Bilbao el saldo migratorio fue de 2.533 personas, en Gasteiz, de 2.153, mientras que en Donostia fue de 1.007 personas.

Perfil. La edad media de las personas inmigrantes fue 33,1 años. El grupo de personas de 21 a 40 años de edad realizó el 51% de las inmigraciones. Si se tiene en cuenta el sexo, un 51% de los inmigrantes fue hombres y un 49% mujeres.