MADRID. En rueda de prensa, Valdeolivas ha detallado que la autorización de los estatutos de constitución de este sindicato responde a un "acto administrativo reglado" en el que el Ministerio sólo debe tener en cuenta "condiciones formales", si bien ha asegurado que están previstos cauces de impugnación en caso de elementos que atenten, por ejemplo, contra la dignidad de las mujeres.
Tras la dimisión de la directora general de Trabajo, Concepción Pascual, quien firmó la autorización del sindicato Organización de Trabajadoras Sexuales (Otras), Valdeolivas ha señalado que, tanto la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, como ella misma, no conocían este asunto y se enteraron porque "se movió en las redes sociales".
Valdeolivas ha trasladado su pesar por la dimisión de la directora general, quien le admitió que había cometido "un error garrafal" y que se le había escapado el criterio político.
Ha asegurado, que, de saberlo, el Ministerio habría puesto en marcha vías en colaboración con la Abogacía del Estado para estudiar acciones contra de un sindicato "que pretende dar carta de naturaleza a una actividad ilícita que el Gobierno no comparte".
Valdeolivas ha explicado que el depósito de estatutos sindicales solo encuadra condiciones formales, sin ningún tipo de contenido relativo al fondo, aunque la legislación prevé que, una vez legalizado, si hay elementos de fondo que ponen en riesgos otros bienes jurídicos hay cauces para ilegalizarlo.
En relación a algunos artículos publicados en medios que aseguraban que Valdeolivas estaba a favor de legalizar la prostitución, la secretaria de Empleo ha señalado que estas informaciones suscriben juicios de "intenciones intolerables" que no casan con sus ideales "feministas socialistas y progresistas".