La diversidad ya no se lleva a la hora de ligar en las redes sociales y cada vez son más las aplicaciones que se especializan para unir a personas que comparten gustos físicos concretos, por ejemplo, las barbas, u otros sobre orientación sexual e, incluso, creencias religiosas.

Con el paso del tiempo las app se han vuelto más directas en relación con la demanda de los usuarios, según han reconocido diversos expertos.

Para el psicólogo clínico Esteban Cañamares, el paradigma a la hora de ligar ha cambiado de la mano de las redes sociales, pues “el tiempo en el que se intentan tres ligues en una discoteca te seleccionas 30 perfiles en internet y las posibilidades de acierto son mayores”.

Y también han introducido novedades como la geolocalización y la inteligencia artificial, lo que convierte a estas plataformas “en un verdadero éxito”, ya que los “matches” o emparejamientos están “prácticamente asegurados”, asegura la profesora de Estrategia Digital y Social Media de la Universidad Camilo José Cela, Laura Cuesta.

“Aumentar el número de usuarios y lograr la mayor fidelización posible son los objetivos de cualquier empresa online” y son los motivos que para Cuesta están detrás de la especialización de las redes para encontrar pareja.

“Cuanto más y mejor segmentas tu target, más posibilidades de éxito tienes de lograr tus objetivos”, dice esta profesora, que añade: “podemos pertenecer a grupos masivos como Facebook, que no tienen una clasificación en particular, pero nos gusta adherirnos a grupos que encontramos por similitud a nuestros intereses”.

Entre las aplicaciones para ligar más conocidas o con más descargas se encuentran Meetic, Tinder y Badoo, aunque otras menos famosas se abren hueco gracias a su especialización.

Así, Bristlr es la plataforma para personas que buscan hombres con barba, Cuddle es el espacio que reúne gente friki para encontrar el amor entre cómics o Hater conecta personas que comparten los mismos odios, como ellas mismas se describen.

Si por el contrario se busca sexo sin compromiso de manera rápida, Pure es una opción, mientras que si estamos casados y lo que preferimos es un encuentro esporádico sin que el cónyuge se entere, Ashley Madison puede ser la idónea.

También se han concretado en el colectivo LGTBI, siendo Grindr, para homosexuales y Wapa para lesbianas, de las más visitadas.

Aunque si lo que queremos es que nuestra media naranja tenga las mismas creencias religiosas podemos registrarnos en Christian Dating para cristianos o en Jswipe para población judía.

un reflejo de la sociedad La sexóloga de Pragma Psicología, Miriam Conde, considera que la especialización en las app para ligar es un reflejo de lo que ocurre en la sociedad: “tiene que haber un gran abanico que cubra las necesidades tan diferentes que tienen las personas”.

“Desde aquellas que solo quieren tener sexo rápido y sin ataduras, otras que quieren una aventura de fin de semana, algo más del tipo oculto y secreto o aquellas que buscan el marido o la esposa que hasta ahora no han conseguido encontrar en la vida offline”, subraya Conde.

Sin embargo, el psicólogo Cañamares alerta de que el uso de estas aplicaciones, sobre todo por parte de adolescentes, puede ser perjudicial, ya que “hay mucho pederasta suelto y pueden sentirse utilizados, reducidos a un mero objeto para los demás y por lo tanto tener un bajón de autoestima brutal”.

Por ello, tanto Esteban Cañamares como Miriam Conde abogan por implantar “filtros de registro más eficaces” para menores en estas herramientas, aunque reconocen que es una tarea “compleja”.