Iruñea - El director del Centro de Estudios Vascos de la Universidad de Nevada, Xabier Irujo, ha sido el pregonero de los actos conmemorativos de la batalla de Roncesvalles-Orreaga, con motivo del libro que acaba de publicar, en el que desmitifica que los vascones atacaran la retaguardia del ejército de Carlomagno.

¿Por qué decidió investigar sobre este tema?

-Por dos razones. La primera, familiar. Hace muchos años, cuando estaba estudiando Historia, fui con mi padre y Andrés Irujo, tío abuelo mío, exiliado y creador de la editorial Ekin, a visitar la lacha de Roland y Ferracutus en uno de los capiteles del antiguo mercado de Lizarra. Me dijeron que era necesario escribir un libro para diferenciar la literatura de los hechos históricos. Cuando mi padre murió en 2008, cogí el tema y diez años después ha salido el resultado, que es este libro. El original es más grueso y está escrito en inglés, pero todavía no se ha publicado.

¿Y la segunda?

-Porque es un tema muy polémico de nuestra historia, por lo menos desde hace 400 años. Moret, cronista del Reino de Navarra, ya se quejaba de que Juan de Mariana, un escritor castellano que escribió la Historia General de España, cuando trataba los temas navarros no lo hacía como debía. De hecho escribió un libro que se titulaba Castigaciones a la historia del padre Juan de Mariana, donde explicaba en qué páginas éste no contaba la historia como debía.

¿Cuáles son las principales teorías que desmitifica en su libro?

-Hay puntos de la historia de la batalla que se han mezclado de tal forma con la literatura que es difícil separarlos. Uno de ellos es que hubo musulmanes en la batalla. No los hubo; las fuentes no los mencionan. Las fuentes musulmanas no mencionan ni siquiera la batalla, por lo que vemos que no participaron, no les incumbía. Eso sí, la literatura convierte a los vascones en musulmanes porque esto hacía la batalla mucho más interesante y le daba más audiencia.

¿Cuáles son los hechos que se han confundido con la literatura?

-Tanto el lugar de la batalla como el número de contingentes que participaron en ella, y la estrategia militar están literalizadas. Se dice que el ataque de los vascones fue una emboscada sobre la retaguardia del ejército, que se hicieron con el tesoro, que mataron a todos los paladines y que en ese mismo día desaparecieron a través de los caminos de los bosques. Eso es absolutamente imposible. Estamos hablando de dos legiones, 20.000 hombres... Había que meter a esa cantidad de personas a través del puerto de Zize, que al ser tan estrecho, el ejército puede llegar a ocupar entre once y catorce kilómetros. Al tener que ir de esa manera, no podían avanzar en su formación habitual y tenían que hacerlo en forma de columna. Si te atacan en esa situación, la única escapatoria es correr, por lo que necesitas una vanguardia muy fuerte para poder salir. Así fue como lo hicieron. Lo mejor del ejército iba adelante e inmediatamente después el rey, porque había que protegerlo. Acto seguido iba el tesoro. No se puede entender que el rey estuviera a diez kilómetros del tesoro, nadie deja la cartera lejos de su bolsillo. Esto explica que el tesoro no iba en la retaguardia, donde se dice que los vascones lo robaron.

Entonces, ¿en qué consistió el ataque de los vascones?

-La estrategia fue atacar al cuello de la formación, en la parte posterior de la caravana de provisiones. Los vascones eran menos, pero estaban en ventaja porque la formación de Carlomagno iba muy estirada. Es más, el ataque a la zona más sensible de la formación afectó a todo el ejército y cundió el pánico. Echaron a correr y la batalla se convirtió en una masacre. Esto es lo que cuentan las fuentes históricas. Claro, las literarias no podían contar que Carlomagno había perdido una batalla y mucho menos que había salido huyendo.

¿Una escaramuza o una batalla?

-En el texto en latín no se hace referencia a la palabra escaramuza en ningún momento, ni a los diez sinónimos que he encontrado para esa palabra. Lo que sí he encontrado es la palabra certamen, que en latín significa batalla campal decisiva, por lo que sabemos, decidió la guerra.

¿Su tesis de Carlomagno?

-Si el ejército hacía una media de ocho kilómetros y medio al día, sabemos que Carlomagno huyó a 27 kilómetros por jornada. Es fácil saberlo porque tenemos documentos que detallan cuántos kilómetros hizo en un periodo de dos meses. Él tampoco fue a recuperar los escudos de su ejército, algo que se solía hacer por un tema de honor. A Carlomagno le afectó psicológicamente la derrota. Hay fuentes que dicen que estuvo todo el invierno sin salir de su palacio ya que pensaba que había perdido la bendición de Dios. Por otro lado, ocurrieron sublevaciones en otros lugares y lo que hizo fue atacar a las poblaciones civiles. Sembró el terror. Por esa razón, Lemkin, el padre del genocidio, lo incluye como genocida. Es algo que yo comparto. No puede ser el padre de Europa ni se debería entregar un premio con su nombre. Era el arquetipo de un agente genocida. Sus campañas militares tenían como objetivo la conquista, el saqueo y la posterior asimilación de los territorios. Sobre todo, podemos hablar de genocidio religioso, porque imponía el credo cristiano en lugares que no lo eran.

En los actos conmemorativos de este año, es usted el pregonero.

-Para mí es un evento muy especial y estoy muy agradecido por la invitación que me ha hecho la Fundación. Ha coincidido con la publicación del libro. Es un hecho importante en la historia de Vasconia y por eso ha sido objeto de polémica desde Juan De Mariana, que bebe de las fuentes literarias.

Aludía a fuentes literarias. ¿Pudieron jugar el mismo papel que los medios de comunicación hoy?

-Hoy en día, las corrientes historiográficas se conocen por los medios de comunicación, pero no todas las corrientes gozan de muy buena salud. No hay más que acudir a Wikipedia, donde todavía hoy se hace referencia a una escaramuza. Es solo un ejemplo de estos casos. Además, los artículos cambian según el idioma.

En plena era de la posverdad, usted ha acudido a las fuentes originales en latín para su trabajo...

-En definitiva, las fuentes originales son los tuits de aquella época, porque los que las escribían eran unos monjes carolingios que redactaban lo que les habían contado por vía oral. No gozan de excelente salud.

Como pasa con este tema, nuestra historia siempre nos la han contado desde fuera. ¿A qué se debe?

-Tenemos que ser autocríticos. Moret criticaba que un hecho tan importante no contara con más fuentes. El Reino de Navarra no contó con cronista hasta el siglo XVII mientras Castilla tenía desde el XII. Es cierto que muchas veces no nos han dejado contar nuestra historia en nuestro idioma, pero tampoco hemos sido muy hábiles ni conscientes de que el hecho de contar nuestra historia era algo importante.