- El Gobierno Vasco no descarta habilitar centros de atención temporal a personas en tránsito hacia el continente en caso de que los flujos migratorios se incrementen en próximas fechas. Sobre todo porque la llegada de migrantes a la costa andaluza está siendo constante durante todo este verano. Y porque la inmensa mayoría piden ser trasladados a Euskadi alegando que tienen familiares o amigos en la geografía vasca. Así lo expresaba ayer Ernesto Sainz-Lanchares, director de Familia y Diversidad del Ejecutivo vasco quien también sostuvo que los centenares de personas que han pisado suelo vasco antes de continuar su viaje a otros países europeos están siendo atendidas.
Sainz-Lanchares quiso dejar claro que el actual escenario debe ser calificado de “crisis humanitaria” en tanto en cuanto, los movimientos migratorios de personas que huyen de conflictos o de situaciones de extrema pobreza hacia Europa están en constante crecimiento. A este “convulso” contexto habría que sumar el cierre de fronteras, lo que deriva en que la ruta de acceso a Europa desde el sur peninsular esté en “un momento crítico, similar a la situación conocida hace 12 años con los cayucos”, recordaba.
Según describió Sainz-Lanchares en el periplo de varios años que realizan estas personas desde África hacia el continente europeo, “Euskadi se sitúa en el eje estratégico para el paso por lo que es uno de los destinos más solicitado” cuando esas personas migrantes son acogidas en las costas andaluzas. Allí, en los centros de atención temporal gestionados por Cruz Roja, indican que disponen de contactos en las capitales vascas, principalmente.
Sainz-Lanchares explicó que Bilbao, Gasteiz y Donostia ya disponen de centros temporales para alojamientos de emergencia para que estas personas pasen noche, coman, descansen y se pongan en contacto con sus familias y conocidos antes de seguir viaje. Decía en este sentido el director de Política y Diversidad que “el papel de Cruz Roja Euskadi es clave”, al tiempo que destacaba “el esfuerzo de las diputaciones y de los ayuntamientos, especialmente de las tres capitales y de Bilbao en particular”.
Con todo, y sin perder de vista el alcance de todo cuanto está ocurriendo, Sainz-Lanchares insistía en que las instituciones vascas mantienen abierta la posibilidad de habilitar otros centros -de manera extraordinaria- “en caso de que la afluencia de personas en procesos migratorios se multiplique o se incremente de manera considerable”. Para poder ofrecer alternativas de largo plazo se están reforzando programas de atención a personas migrantes, como Harrera que llevan años funcionando y tiene una buena valoración tanto por las instituciones como por las entidades y personas usuarias.