No hubo musulmanes; fueron vascones. Y vascones del norte de los Pirineos y vascones del sur de esta cordillera, resistiendo a una contra el imperio de Carlomagno. Son tantos los errores históricos heredados por la épica literaria que gracias al padre del historiador Xabier Irujo Ametzaga, Pello, diez años del fallecimiento de aquél, Xabier Irujo Ametzaga presentó ayer el ensayo 778: La batalla de Errozabal en su contexto histórico.
“Sí, es un homenaje a mi aita que fue quien me dijo en Estella que debía escribir sobre los errores del nacimiento de Navarra. Y es curioso, porque cuando acabé el manuscrito se lo di para leer a mi madre -la escritora, Arantzazu Ametzaga- y basándose en ello escribió una novela Orreaga, el nacimiento de un reino”, sonríe.
Con todo, la nueva divulgación publicada por la Editorial Vasca Ekin en Buenos Aires, difunde datos que dan un nuevo giro a la visión actual de aquel episodio. Muchos conocieron el combate por el Cantar de Roldán, un poema que Irujo califica de “magnífico y que exalta a Carlomagno en una Cruzada contra el islam”. Pero este nuevo libro, desmonta entre otras creencias que hubiera musulmanes en Errozabal. Ni las crónicas francas ni las árabes los mencionan. “No los hubo. A los vascones se les trata como musulmanes por una razón obvia: querían convertir una campaña militar en una cruzada y en aquellos tiempos los vascones no estaban cristianizados del todo, pero tampoco eran islamistas...”, diferencia este historiador y presidente del Center For Basque Studies de la Universidad de Nevada.
Para enmendar los errores, el autor cabalgó directo a las fuentes francas del siglo IX, a obras en latín que él mismo ha traducido. “La literatura exalta únicamente, pero yendo a las fuentes aparecen datos como que no fue un ataque a la retaguardia e incluso que Carlomagno salió huyendo de la batalla”, agrega quien es consciente de que es un tema “polémico”. “Lo lleva siendo 400 años”, subraya.
Irujo incluye, asimismo, novedosos hallazgos arqueológicos de la Sociedad de Ciencias Aranzadi realizados sobre el terreno. “Queda claro que la zona se llamaba Errozabal y no solo un punto de paso de montaña, desde Luzaide a Pamplona, e incluso, Aranzadi han encontrado la calzada romana hasta Tudela”, enfatiza.
Por vez primera, además, se cuantifica la dimensión que pudo tener aquel ejército, que el autor calcula en 20.000 hombres o dos legiones, así como Carlomagno preparó su estrategia y qué consecuencias políticas, económicas o judiciales tuvo para su imperio. “Sí, cada legión tiene diez mil, por lo que veinte mil, y vascones unos pocos miles...”, apostilla, al tiempo que narra una curiosa anécdota: “El cronista del Reino de Navarra de la época, José Moret, cuenta que entonces se hacían excursiones a los lugares de la batalla y se encontraban flechas, yelmos... y que hubo un fraile que vendía huesos de muertos en la lucha a onza de plata la pieza”, sonríe.
Taberna y Frutos Durante la presentación, Irujo estuvo acompañado de Fátima Frutos, presidenta de la Asociación de Escritores y Escritoras de Navarra. “Destacaría la dedicación y esfuerzo de Xabier por arrojar luz a un episodio crucial del pueblo vasco acudiendo a las fuentes originales. De este modo los estudiantes podrán leer cómo ocurrió el nacimiento de un reino de forma fidelísima y real”, valora.
El acto sirvió asimismo para un encuentro humano que enriqueció aún más la jornada, con la directora de cine Helena Taberna, autora de Yoyes o La buena nueva. “He hablado con Irujo de proyectos. Es bueno que coincidamos personas que vamos en una misma línea de trabajo. Que se unan las diferentes miradas de la literatura, el cine, el pensamiento... ¡Hemos conspirado sobre el país!”, se ríe y a continuación pone en valor 778: La batalla de Errozabal en su contexto histórico: “Con todo, este libro tengo que leerlo, y me lo voy a leer con muchas, muchas ganas”.