donostia - A pesar de que Nerea, de 41 años, era natural de Donostia, y José, de 43, lo era del barrio Karabel de Hernani, ambos llevaban una vida muy participativa en Villabona. “Eran muy echados para adelante, muy abiertos, y se apuntaban a todo”, afirmó Bea Unzue, vecina de la localidad, tras conocer lo ocurrido. El matrimonio se trasladó hace quince años a Villabona, donde nació su hijo, de doce. Ella formaba parte de la asociación de bolos rurales del pueblo, mientras que él era un gran aficionado al ciclismo. Una pasión que contagió a su hijo, quien forma parte de la Oriako Txirrindulari Eskola, además de jugar al fútbol en Billabona Kirol Elkartea. “Solían hacer salidas con la asociación cicloturista del pueblo. Ella, sobre todo, era muy conocida por casi todos”, aseguraron desde la organización de la marcha cicloturista de la localidad.
No obstante, José era más favorable del ciclismo de montaña, precisamente por el respeto que le daba la carretera ante la imprudencia de los conductores.
A pesar de ello, la familia se puso como reto realizar en bicicleta el Camino de Santiago este año, por lo que los últimos meses se prepararon con diferentes salidas de fin de semana a distintas rutas ciclistas.
Tras el último día del curso escolar el pasado viernes, los tres salieron hacia Nafarroa con el objetivo de disfrutar de sus vacaciones sobre la bicicleta. “Al principio, hemos visto la noticia de que una familia había sido atropellada en León y nos hemos puesto alerta. Cuando han dicho que eran guipuzcoanos, ya nos temíamos lo peor”, aseguró Unzue, añadiendo que su hija, que comparte clase con el niño, fue la primera en dar la voz de alarma. “Me ha llamado llorando para preguntarme si eran ellos y no sabía que decirle”, indicó esta vecina.
Desde la organización de la marcha ciclista no se terminaban de creer lo ocurrido. “Que pasen estos accidentes demuestran lo desprotegidos que estamos en la carretera”, aseguraron.
Nerea trabajaba en el servicio de la limpieza de varias comunidades de vecinos, por lo que gran parte de los la localidad la conocía. “Se relacionaba con todos, era muy abierta. Le gustaba formar parte de la organización de las actividades”, apuntó Unzue.
Así comenzó su participación en la asociación de bolos rurales de Villabona, a la que también acabó apuntándose su marido. “Se atrevían con todo”, remarcó su compañera. - A.Z.