GASTEIZ. El portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, ha señalado que estas ayudas responden al compromiso de atender con agilidad las situaciones que requieren implicación humanitaria de urgencia.

Ha recordado la implicación de las instituciones vascas con los inmigrantes procedentes del Aquarius por una cuestión de "dignidad humana y de respeto a los derechos humanos".

"Euskadi ha demostrado ser un país responsable y solidario", ha defendido el portavoz, quien ha indicado que los ciudadanos y las instituciones vascas "quieren estar a la altura y responder de manera rápida y efectiva a situaciones tan injustas y urgentes".

Ha explicado que se está a la espera de que el Gobierno central "marque los tiempos" para que las 65 personas que se ha ofrecido a acoger Euskadi puedan llegar "lo antes posible".

Erkoreka ha reiterado una petición de "cambio" y una "reacción" a la Unión Europea que modifique "cualitativa y cuantitativamente" la respuesta que se está dando a la crisis de los refugiados que, a su juicio, requiere de una "colaboración multilateral activa".

En cuanto al programa de ayudas aprobado hoy, todas ellas suman 1,1 millones de euros y están destinadas a hacer frente a las crisis de refugiados en Serbia, Balcanes, Líbano y en el Mediterráneo.

En Serbia y a través de Unicef la ayuda vasca contribuirá a que 3.000 niños reciban apoyo psicosocial, a que 1.500 puedan ser identificados y derivados a servicios de atención especializados, y a que 1.000 bebes y menores de 5 años accedan a salas de maternidad.

Por su parte, a través de Acnur se proveerá a 109 familias refugiadas sirias en Líbano de asistencia para satisfacer sus necesidades básicas según estándares internacionales.

Por último, las ayudas para salvamento marítimo contribuirán a apoyar el trabajo de Salvamento Marítimo Humanitario en los rescates en las costas griegas.

El barco Aita Mari, además de realizar rescates, va a estar equipado con material hospitalario con el fin de ofrecer asistencia sanitaria a personas refugiadas durante su estancia en puerto.

Se prevé que el nuevo buque esté operativo este verano y pueda zarpar a principios de agosto hacia aguas internacionales, frente a la costa de Libia, con el fin de ayudar a las personas que huyen de la guerra en ese país.

Este proyecto tiene previsto este año permanecer en la zona durante cinco meses, lo que le va permitir realizar 10 misiones de rescate en las que participarán 100 voluntarios.