Es la primera vez que Hiroko Sasaki prueba las kokotxas. “Nunca hubiera pensado que esta zona del bacalao pudiera ser tan deliciosa...”, comenta tras degustar las pequeñas piezas, hechas a la brasa y coronadas con un fino hilo de pilpil. Natural de Japón y freelance especializada en gastronomía, es una de los 250 periodistas que han llegado a Bilbao para cubrir la gala de entrega de los premios 50 Best y que el viernes pudo disfrutar, junto a una docena de compañeros, de una excursión por la costa vizcaína que culminó con una cena en un txoko bilbaíno, servida por los chefs Álvaro Garrido (Mina) y Dani García (Zortziko), entre otros. “Me encanta la cocina vasca. En Japón hay mucha gente que viaja específicamente a Euskadi para disfrutar de su gastronomía”, reconoce. “Si te dedicas a escribir sobre gastronomía, tienes que estar en Bilbao. La cocina vasca vive un gran momento”, ratifica Nina Wessley, una colega austriaca.
La jornada comienza en la bodega Doniene Gorrondona, en la ladera este de Bakio. Andoni Sarratea, uno de los socios, muestra al grupo la característica hondarribi zuri que se recoge en la zona, con la que se elabora el txakoli. Anna Kukulina, moscovita, admite que el txakoli no es uno de sus vinos favoritos. “Tiene un punto agrio que en Rusia no gusta mucho, pero este no está mal”, admite. Un hamaiketako, a base de anchoas, queso y jamón, pone el colofón a la visita. “Buena forma de empezar el día”, bromea Derk Hoberg, editor de la revista alemana Mair Dumont. Nina Wessely escribe para varias publicaciones. Una de ellas es Rolling Pin, especializada en gastronomía de alto nivel que se publica en Austria, Suiza y Alemania. “Le sorprende la visita a la conservera bermeana Serrats, donde contempla con atención la minuciosa labor que realizan sus trabajadoras, a mano, para preparar las piezas de bonito. “Me han encantado la ventresca de bonito y la anchoa. ¡Qué sabor más intenso!”, se relame Ishay Govender-Ypma, de Sudáfrica. Para Liliana Gómez, afincada en México y editora de la revista Food & Wine, resulta “natural” que la gala 50 Best recale en “una región con un gastronomía tan reconocida”.