Madrid - “En el futuro habrá saltos de gigantes en la lucha contra el cáncer. Ahora hay grandes esperanzas para curar muchos tumores con inmunoterapia ya que el impulso al desarrollo de nuevas terapias oncológicas está siendo espectacular. Y es que actualmente ya conocemos la causa que provocan muchos de ellos, por ejemplo el tabaco motiva el 30% de los cánceres de todo el mundo, por lo que debemos trabajar en la prevención; no hay que esperar a que nos lleguen los pacientes con los cánceres para aplicarles la inmunoterapia, sino que hay que actuar con antelación. Tenemos que usar las dos armas: la prevención y el tratamiento” coincidieron en señalar el inmunólogo James Allison y la epidemióloga Nubia Muñoz, ganadores de los Premios Fronteras del Conocimiento en su décima edición, en las categorías de Biomedicina y Cooperación al Desarrollo respectivamente. Allison se mostró optimista sobre los buenos resultados que se están consiguiendo combinando nuevas estrategias terapéuticas, como la inmunoterapia -área en la que es pionero-, con la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia. “Queda mucho camino por recorrer, y no creo que consigamos ver un mundo completamente libre de cáncer, pero en algunos cánceres se está avanzando mucho”, señaló.
Los investigadores explicaron ayer en la sede de Madrid de la Fundación BBVA los tratamientos oncológicos que se han desarrollado gracias a su trabajo. “El primer fármaco oncológico basado en la inmunoterapia se aprobó en 2011 indicado contra el melanoma metastásico. Consigue tasas de supervivencia de hasta diez años en alrededor del 20% de pacientes. Actualmente ya existen terapias inmunoterapéuticas contra cáncer de pulmón, riñón, vejiga y tumores de cabeza y cuello”, explicó el científico estadounidense, que fue el primero en demostrar que la inmoterapia puede tratar el cáncer de forma efectiva, en un momento en que, tras años de estudios fallidos, pocos investigadores apostaban ya por esta estrategia.
De este modo, Allison abrió una vía hacia el desarrollo de una nueva generación médica. “El reto ahora es entender por qué la inmunoterapia no funciona en todos los pacientes y ampliar los buenos resultados a más cánceres”, reconoció.
La epidemióloga, Nubia Muñoz se refirió al cáncer de cuello de útero como uno de los pocos prevenibles con pruebas de bajo coste, al tiempo que reconoció que su incidencia en países desarrollados es relativamente baja; afecta a menos de 8 de cada 100.000 mujeres. “Pero en el mundo en vías de desarrollo, la situación es alarmante. En África subsubsahariana y en América central y del Sur lo padecen 40 de cada cien mil mujeres, de las que mueren 235.000 al año. A escala global, el 86% de casos de cáncer de cuello de útero se dan en estos países. La vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) puede cambiar drásticamente esta situación, hasta el punto de que con ella se puede aspirar incluso a erradicar el cáncer de cuello de útero”, sentenció.
Cáncer de cuello de útero El trabajo de la investigadora colombiana Nubia Muñoz demostró que el VPH es la causa principal y necesaria del cáncer de cuello de útero. Y puso en marcha en los años 90 un amplio estudio que detectó el VPH en miles de mujeres con cáncer de más de 35 países. Tras este logro, Muñoz impulsó el desarrollo de una vacuna y participó estrechamente en los correspondientes ensayos clínicos.
El uso de esta vacuna es ya habitual en el mundo desarrollado, “el gran drama es que más del 80% de los casos se dan en los países pobres donde no tienen acceso a las vacunas porque son caras; por lo que no llegan a las mujeres que lo necesitan”.