Bilbao - El director de la Cátedra de Derechos Humanos, Jon Mirena Landa, además de exponer el mapa del delito de odio en Euskadi, recomendó continuar con la elaboración del informe de incidentes, con periodicidad anual, para así poder identificar tendencias en este tipo de actuaciones.
Otra de las recomendaciones expuestas ayer por el experto consiste en intensificar la formación del cuerpo policial para reducir la cifra negra de los incidentes contra grupos protegidos diferentes del étnico o sexual, así como de ámbitos delictivos como los denominados delitos de discriminación. Según dijo Landa, la amplitud de datos de incidentes que apuntan en la dirección de conductas expresivas -los discursos del odio, materializados por ejemplo en amenazas o injurias- aconseja también dedicar una atención específica en la materia dentro de los programas de formación a los cuerpos policiales.
Una de las recomendaciones del estudio es impulsar la creación de grupos que intercambien información entre los ámbitos policial, fiscal y judicial para la prevención y persecución de este tipo de criminalidad. El objetivo es que a través del estudio de datos relativos a la apertura de procedimientos penales, y su eventual condena, se genere un mapa de incidentes de odio como instrumento completo de prevención y persecución de este tipo de delitos.
También se propone impulsar un trabajo específico y transversal de detección de estos incidentes cometidos a través de la denominada cibercriminalidad.
Jon Mirena Landa apuntó también que “las infracciones administrativas constatadas en el marco de la violencia y el racismo en el deporte, suponen un contexto criminológico de particular complejidad en el ámbito comparado pues pueden alojar vertientes de manifestación de gravedad leve, intermedia o de la máxima gravedad, escalando a conductas delictivas, que incluso se puedan enmarcar en la criminalidad organizada. Su comisión ofrece particulares dificultades para deslindar su componente de odio xenófobo/racista y/o ideológico”. - DNA