donostia - Recuperar 365 kilómetros de río para triplicar la capacidad del remonte fluvial de especies como la trucha, el salmón o la anguila. Ese es el objetivo que se ha marcado la Diputación y para ello, invertirá 16 millones hasta 2034 para el derribo de 123 obstáculos como centrales, presas, represas y azudes en los ríos Oiar-tzun, Urumea, Oria, Urola y Deba.

Así lo anunció ayer el diputado de Medio Ambiente, José Ignacio Asensio, quien acompañado por el director de Obras Hidráulicas, Félix Asensio, explicó que actualmente, la red fluvial guipuzcoana cuenta con 750 obstáculos de los cuales el 60%, sin tener utilidad práctica ninguna, resultan infranqueables para las especies piscícolas. Esto ha creado importantes perjuicios en la migración de las especies y ha reducido sobremanera el hábitat reproductivo viable de los peces. De esta forma, de los 874 kilómetros de río que hay en Gipuzkoa, solo 162 (19%) son accesibles, aunque la situación no es la misma en todas las cuencas. Mientras en el Bidasoa la accesibilidad ronda el 100% y en el Oiar-tzun el 70%, en las cuencas del Urola o el Deba se encuentra al 8% y 11%, respectivamente.

Para remediar esta situación, la Diputación pondrá en marcha un plan que se desarrollará en dos fases. Durante los primeros ocho años (2019-2026), se invertirán 10 millones en acondicionar un total de 76 obstáculos en las cuencas del Oiar-tzun, el Urumea y el Oria, que permitirá recuperar 130 kilómetros de río. Posteriormente, entre 2017 y 2034, se dispondrán otros 6 millones para actuar en otros 47 obstáculos de los ríos Urola y Deba, así como la parte alta del Oria, completándose así la recuperación de 235 kilómetros para las distintas especies piscícolas.

Asensio explicó que las actuaciones, que se enmarcan en la estrategia de lucha contra el cambio climático Gipuzkoa Klima 2050, serán “complejas”, ya que la situación de estas barreras arquitectónicas es muy diversa. “Hay muchas presas que están en desuso, pero otras siguen en funcionamiento con concesiones eléctricas y otras son de titularidad privada. Lo más eficaz es dejar el río en su carácter original, pero somos conscientes de que no podemos tirarlas todas siempre”, precisó el diputado, quien explicó que cada actuación tendrá “su solución”. “Se priorizará siempre que sea factible la eliminación definitiva del obstáculo, pero en aquellos casos en los que no sea posible, se estudiarán otras soluciones como rampas o canales laterales” indicó. No obstante, sí apuntó que se trata de actuaciones cuyos resultados son “inmediatos”.

El Departamento de Medio Ambiente calcula que tras estas actuaciones, la accesibilidad de las especies se triplicará y el 60% del cauce fluvial quedará libre de barreras para el remonte de los peces. De este modo, tanto los ejes como los afluentes principales de las diferentes cuencas resultarán accesibles desde el mar, una situación que será todavía más visible en aquellos ríos que llegan hasta Navarra (Urumea, Leitzaran y Araxes). Así, un salmón que entre por Donostia y Orio podrá completar su ciclo reproductivo en Navarra.