“Si comes mal, el colesterol seguirá subiendo por mucho que tomes la pastilla”

-El grupo más prescrito es el de inhibidores de la bomba de protones, medicamentos para la úlcera gastroduodenal, para el reflujo gástrico y para algunas infecciones más raras. El problema es que muchas veces no tendrían ni que utilizarse. Han bajado el precio, se venden en ocasiones sin receta y se usan masivamente casi como antiácidos. Se toman si hay una mala digestión, cuando la gente va a cenar por ahí... En ocasiones dicen como estoy con muchos medicamentos, lo voy a tomar para proteger el estómago... por si acaso. Pero no hay que olvidar que son mucho más potentes que unas juanolas, el bicarbonato que se tomaba antes o el almax.

Usted ha detectado un crecimiento espectacular de las estatinas, el fármaco que se usa para reducir los niveles de colesterol.

-Sí, mi tesis doctoral sobre los factores relacionados con el gasto farmacéutico y la calidad de la prescripción, concluyó que este grupo había crecido en un 35%. Y todo porque la prevención del riesgo cardiovascular, el ictus, el derrame cerebral o el infarto, es un área prioritaria. Por ello, se está haciendo mucho hincapié en que el colesterol esté bajo para evitar la acumulación de grasa en las arterias, en el cerebro y en el corazón. Muchas veces es más eficaz llevar una dieta más saludable, pero mucha gente prefiere tomarse la pastilla para el colesterol.

También ha constatado que la población cada vez consume más hipnóticos y ansiolíticos.

-Sí, la tercera posición en consumo la ocupaba el paracetamol y sus asociaciones (con un crecimiento del 1,40%) y en cuarto lugar se situaban las benzodiacepinas como hipnóticos-ansiolíticos (con una subida del 50,63%). ¿Qué pasa? Pues que mucha gente mayor está muy enganchada a la pastilla para dormir y es muy difícil desengancharla. Pero a dormir bien se aprende con hábitos saludables e higiene de sueño. En la gente joven, influye el estrés, las prisas, el ritmo de trabajo, la ciudad, las preocupaciones... y usan esas pastillas como ansiolíticos para combatir ese nerviosismo.

Es que es mucho más fácil tomar una pastilla que poner en marcha unos buenos hábitos.

-Sí, tenemos que trabajar en los hábitos saludables pero eso es más duro. Hay algunos que se toman una pastilla para la úlcera porque ese fin de semana van a hacer un exceso porque tienen alguna comilona. Y es difícil, también, decir al abuelo que no coma con azúcar o con grasa. Los fármacos son eficaces hasta cierto punto, pero si comes con sal, el colesterol seguirá progresando por mucho que te tomes una píldora.

¿A qué se debe que Euskadi sea una de las comunidades con mayor consumo de genéricos?

-Desde Osakidetza ya se lleva muchos años fomentando la prescripción de genéricos. La labor desarrollada por los farmacéuticos de Atención Primaria entre los médicos de los centros de salud ha sido también muy importante. Asimismo se cambió el sistema informático de prescripción para facilitar a los médicos estas recetas. Entre los objetivos de mejora se estableció la medición del uso de genéricos que posteriormente se evaluaba a nivel de facultativos y Unidades de Atención Primaria.

Lo que es un hecho es que el envejecimiento de la población ha disparado el número de recetas.

-El envejecimiento de la población produce un aumento de las enfermedades crónicas, aunque esto no siempre tiene que suponer aumentar el uso de medicamentos. Insisto en que tenemos que fomentar los hábitos de vida saludables. Muchas de las enfermedades ligadas al envejecimiento, no se curan con medicamentos, sino concienciando a los ancianos de que adopten otras medidas más eficaces y duraderas en el tiempo. ¿Por qué aumenta el uso de antiulcerosos? ¿Porque hay más úlceras gastroduodenales?

Contéstese.

-No, lo que pasa es que hemos empeorado nuestros hábitos alimentarios. ¿Por qué aumenta el uso de hipolipemiantes o de antidiabéticos? ¿Comemos más grasas, tocino y chistorra que nuestros abuelos? No, pero comemos más bollería, dulces o andamos menos y engordamos más, porque no gastamos tantas energías en el trabajo o en el campo que nuestros abuelos que vivían en los pueblos. El tabaco y el exceso de alcohol están directamente ligados a un aumento del riesgo de cáncer de pulmón e hígado y a la gente parece que no le preocupa.

¿Son más eficaces los nuevos medicamentos?

-En ocasiones se usan medicamentos de forma innecesaria y parte del gasto se nos va en medicamentos nuevos que suelen ser caros y que no aportan grandes ventajas terapéuticas. En el estudio se observa que entre un 4-8% del gasto se dedica a medicamentos nuevos que no suponen mejoras terapéuticas, según el Comité de Evaluación de Nuevos Medicamentos de Euskadi. Si conseguimos reducir este gasto innecesario o el despilfarro de medicamentos que no se toman y acaban en la basura, claro que el sistema es sostenible.

¿Dónde se podría apretar el cinturón del gasto farmacéutico?

-Se podría mejorar la eficiencia en el gasto reduciendo la prescripción de medicamentos nuevos que no aportan mejoras terapéuticas. También aumentando todavía más la prescripción de genéricos, que son iguales que los originales pero más baratos y evitando la prescripción innecesaria de medicamentos, y sobre todo fomentando mejoras en los estilos de vida de la población.