VITORIA - Para la mayoría de las personas el periplo judicial que se inicia tras la presentación de una denuncia o tras haber sufrido un delito es un terreno desconocido y, muy a menudo, difícil de transitar sin apoyo y ayuda. Y eso es precisamente lo que proporciona el Servicio vasco de Atención a la Víctima, que el año pasado atendió a 2.201 personas, de las que casi la mitad fueron mujeres que habían sufrido violencia machista.
El Servicio de Atención a la Víctima (SAV) ofrece una intervención integral que comprende desde la orientación y asesoramiento en trámites y gestiones ante la Administración de Justicia, hasta atención psicológica, acompañamiento a juicios, derivación a otros servicios e información sobre ayudas económicas y sociales. El servicio también tiene la responsabilidad de las comunicaciones penitenciarias preventivas por las que se avisa a las víctimas de un delito de que su victimario va a salir de prisión o ha tenido algún cambio en su situación penitenciaria.
La consejera de Trabajo y Justicia, María Jesús San José, destacó ayer en la presentación del balance del SAV en 2017 que “las diversas atenciones que proporciona el Servicio están encaminadas a reconducir la situación adversa de la víctima del delito y garantizar que su relación con las instancias públicas y judiciales sea lo más óptima posible”.
El año pasado, el SAV realizó un total de 8.083 actuaciones dirigidas a 2.201 personas, de las que 1.763 eran mujeres (el 80,1%) y 438 hombres. El 48% de las 2.201 personas que recurrieron al SAV lo hicieron por delitos relacionados con la violencia de género, que en todos los casos excepto 15 fueron cometidos contra las mujeres. El siguiente grupo más numeroso de víctimas atendidas fue por violencia intrafamiliar (21%), que fue principalmente violencia filoparental. También hay un 13% de atenciones a víctimas de delitos contra las personas, un 7% contra la libertad sexual y un 5% contra el patrimonio. La directora de Justicia, Loly De Juan, destacó que el servicio, que nació en 1991, “está consolidado y permite atender con garantías a quienes han sufrido un delito y se enfrentan a actuaciones judiciales”. “Las víctimas -explicó De Juan- necesitan, sobre todo, que se les escuche, quieren ser atendidas por profesionales que les entiendan y que escuchen el drama que han sufrido, quieren ser reconocidas como víctimas, piden ayuda para los trámites judiciales y que les expliquen cómo es el proceso que van a vivir para no tener que sufrir una segunda victimización”.
La memoria anual del SAV incluye el balance de las “comunicaciones penitenciarias preventivas” sobre excarcelaciones, cambios de centro penitenciario o ingresos en prisión. En 2017 se realizaron 2.355 comunicaciones, casi 400 más que el año anterior, y se atendió a un total de 694 víctimas. Las comunicaciones por excarcelación del victimario en cuya causa hay acordada orden de protección o alejamiento aumentaron casi un 25%.
Las víctimas. De las 2.201 víctimas atendidas por el SAV, más del 80% fueron mujeres, en su mayoría en el tramo de edad de 30 a 50 años. Cerca del 80% de ellas tienen nacionalidad española.
Territorios. Por lugar de residencia, la mayoría de las víctimas (1.186) viven en Bizkaia; 565 en Gipuzkoa, y 414 en Araba. El resto son vecinos de otras zonas fuera de la CAV.
Actuaciones. El servicio realizó 8.083 actuaciones, de las que 855 fueron de información general, 851 entrevistas de acogida, 978 de seguimiento, 177 asesoramiento sobre Justicia Gratuita y 52 sobre ayudas económicas, también 300 acompañamientos a diligencias judiciales.