MADRID. Así lo ha explicado en rueda de prensa el teniente coronel del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, Jesús Gálvez, acompañado de representantes de Europol, que ha coordinado la operación, y de la Autoridad de Seguridad Alimentaria y Económica (ASAE) de Portugal, país donde la red quiso también instalarse.
Durante la operación, además de los diez detenidos -de nacionalidad china, española y marroquí- se han efectuado registros en inmuebles de Gijón, Piedras Blancas y Soto del Barco (Asturias), y en Algeciras (Cádiz), donde se localizaron 364 maletas preparadas para hacer llegar a China más de 5.000 kilos de angulas.
Con ramificaciones en Portugal y Marruecos, el grupo desarticulado ya era conocido por los agentes de la Unidad Central Operativa de Medio Ambiente (Ucoma) del Seprona desde la operación Black Glass de 2016.
Pero los investigadores han comprobado cómo ha sofisticado sus métodos, ya que mientras en esa ocasión se limitaban a comprar las angulas, preparar los envíos desde una vivienda próxima al aeropuerto de Barajas (esta especie no sobrevive mas de 40 horas fuera de su medio) y hacerlos llegar a China con "mulas".
Ahora, han perfeccionado sus métodos, y se han convertido en organizaciones perfectamente estructurada, en "grupos criminales" con cabecillas y miembros distribuidos en las diferentes funciones de adquisición, distribución, preparación y envío, esta vez a través de Marruecos.