Los hay en versión medicamentos veneno como los paracetamoles que transmiten virus, en versión alimentos milagro como el zumo de limón que combate el cáncer o directamente bulos puros y duros como el de los ajos chinos. La lista de disparates que copan las redes sociales es tan abultada que ha obligado a actuar. Los médicos han dicho basta y se han unido con plataformas de pacientes para acabar con los rumores falsos porque “la mejor forma de evitar el miedo es el conocimiento”. Y es que tres de cada cuatro bulos que circulan por Internet son de tipo sanitario siendo la oncología, la nutrición, o las vacunas las principales áreas afectadas, tal y como señala el dermatólogo y presidente de la Asociación de Investigadores en eSalud (AIES), Sergio Vañó.

Predominan las teorías conspiranoicas, los intereses ocultos, o las pseudociencias. Por eso, Vañó aconseja que “cuando los ciudadanos vean una noticia que parece dar solución de forma rápida y sencilla a un problema de salud importante que lleva intentando solucionarse durante muchos años, piensen que puede ser falsa”. Precisamente para denunciar y desmontar los bulos y las falsas noticias de salud que circulan, su asociación ha puesto en marcha la plataforma www.saludsinbulos.com.

Reclamos Los ejemplos que se podrían poner son prácticamente infinitos, pero el cáncer es polo de atracción para múltiples engaños. Un mensaje que va circulando por los sistemas de mensajería alerta de que la Asociación Americana de Médicos tiene las respuestas a las causas del cáncer. Advierte de que el consumo de bebidas calientes en vaso de plástico, comida caliente en contenidos plásticos o calentar alimentos en recipientes plásticos es causa de 52 tipos de cáncer. Ni uno más ni uno menos.

El doctor Fernando Navarro aclara el desaguisado. “Es un bulo total. La exposición a estos tóxicos a través de la vía que propone el mensaje (alimentos en contacto con plástico caliente) es ínfima si lo comparamos con otras fuentes presentes en nuestro día a día. Además actualmente existe una normativa estricta respecto a los materiales utilizados en la industria alimentaria que además se someten a controles periódicos”.

Otro de los infundios ha llegado vía WhatsApp; Hervir el arroz puede ser muy dañino. Un estudio revela que esta popular preparación puede ser causante de cáncer. Algunas informaciones hablan de un estudio realizado en la Universidad de Queen’s en Belfast, donde Andrew Meharg comparó tres métodos de cocción del arroz para disminuir los niveles de arsénico. Posteriormente, la cadena británica BBC 2 en el programa Trust Me, I’m a Doctor (Confía en mí, soy doctor) contó que la forma de cocinar el arroz puede afectar al nivel de arsénico que libera. “Cocinamos mal el arroz y vamos a morir”. Otra vez se vuelve a liar y otra vez los especialistas se ven obligados a rebatir esta falsa alarma.

Y es que como las buenas leyendas urbanas, muchas de estas falsas noticias llevan años circulando en diferentes versiones y en diferentes medios. Es el caso de la siguiente; “Comparte con tus amigos: vida o muerte”. Así de contundente es este mensaje que se comparte en Facebook y que lleva por título Las latas de la muerte. Según este texto, dos miembros de una familia murieron apenas unos días después de beber refrescos directamente de unas latas, sin usar ni vasos ni tazas. Estas latas estarían contaminadas con “orina seca de ratón”, que habría infectado a estas personas de leptospirosis.

¿El matrimonio engorda? En otras ocasiones, circulan cosas más pintorescas. Por ejemplo, el dato respecto a que los cónyuges satisfechos con su matrimonio son favorables a ganar peso, principalmente en los primeros años, mientras que aquellos cuyos matrimonios no han sido satisfactorios, tenderían a bajar kilos. Según estas sospechosas fuentes, una relación conyugal de buena calidad haría que las personas disminuyan sus esfuerzos para mantenerse en línea y por tanto, dan por bueno que “el matrimonio engorda”.

Decididos a poner coto a la difusión de estas mentiras, los médicos darán respuesta a las noticias falsas que circulen por internet y las redes sociales. “Contar con el apoyo de la Sociedad de Médicos de Familia supone un importante aval para la iniciativa. Los facultativos de Atención Primaria son los profesionales sanitarios que están en un contacto más directo con los pacientes y detectan enseguida cómo estos bulos calan en la población. Si todos actuamos de manera coordinada, podremos frenar la propagación de estas fake news que tanto daño hacen a la salud”, indica Carlos Mateos, vicepresidente de la Asociación de Investigadores en Salud (AIES).

Y es que “oír una determinada mentira muchas veces en diferentes medios al final hace que cale y que la persona lo de por cierto”. Según Mateos, los bulos comienzan a ser peligrosos en el momento en el que alguien los toma por verdaderos. Las consecuencias son desde personas que siguen dietas perjudiciales hasta pacientes que dejan su tratamiento o incluso padres que no vacunan a sus hijos porque creen que las vacunas producen autismo. No en vano, el área de las vacunas es una de las que más bulos genera. Hace unos meses, sociedades científicas de pediatría y la propia Organización Médica Colegial se levantaron en armas y fueron contundentes al rechazar los comentarios vertidos por el periodista Javier Cárdenas en un programa de radio que relacionó el uso de vacunas con el aumento del autismo.

Por todo ello, un equipo médico responderá a los bulos que se reciban en #SaludSinBulos en un plazo máximo de cuatro días hábiles. Las personas que lo deseen podrán ponerse en contacto con los profesionales sanitarios a través de la web www.pacientessemergen.es. “PacientesSemergen.es y #SaludSinBulos tienen muchos puntos en común. En ambas entidades trabajamos para conseguir una información de salud de calidad que permita al paciente navegar por internet de forma segura”, explica Jaime Alapont, coordinador de la plataforma Pacientes Semergen. “No obstante, añade, hay que destacar que los consejos ofrecidos por los profesionales en dicha página web son orientaciones médicas y en ningún caso sustituyen al diagnóstico del profesional sanitario que atiende al paciente”.

“Nosotros somos una sociedad científica, no tenemos un ánimo de lucro, por eso no vamos a vender nada. Aportamos un servicio al ciudadano ante el exceso de información médica sin contrastar al alcance de cualquier internauta”.