BILBAO - El director del Centro Vasco de Ciberseguridad (Basque Cybersecurity Centre-BCSC), Javier Diéguez, estima en 840 millones el perjuicio económico de los ciberataques a empresas en Euskadi durante el ejercicio 2017. El responsable del centro destaca que el riesgo de ciberataques a empresas vascas es “medio-alto” y que el incremento de ataques es “inevitable y será significativo”.
El Centro Vasco de Ciberseguridad fue puesto en marcha a principios de octubre del pasado año por el Gobierno vasco que impulsó este instrumento como una “iniciativa transversal” para promover y desarrollar una cultura de la ciberseguridad en la sociedad vasca, dinamizar la actividad económica relacionada con la aplicación de tecnologías de la ciberseguridad a la industria de fabricación y para fortalecer el sector profesional.
Desde su puesta en marcha, el servicio de asesoramiento del BCSC, tanto a través del teléfono como del correo, ha registrado más de 170 solicitudes y cerca del 25% de los contactos que reciben responden a situaciones en las que se ha detectado algún intento de ataque o bien ya se ha materializado. Generalmente, las consultas relacionadas con ataques tienen que ver con suplantaciones o estafas.
Precisamente, la labor del BCSC no es sólo ofrecer servicios que puedan dar respuesta a incidentes sino que la atención que ofrecen a las empresas se basa en un enfoque “más amplio y estructural”. Por ello, promueven charlas de sensibilización y trabajan en mesas sectoriales de Inteligencia Competitiva con once clústers vascos.
Diéguez afirma que el nivel denuncia de ciberataques por parte de las empresas es bajo porque la tendencia general es “reducir a la mínima expresión” cualquier circunstancia que pueda “dañar su reputación”. Por lo tanto, cree que en los registros que tienen hasta ahora de ciberincidentes sólo ven “la punta del iceberg”. El director del centro indica que es complicado contar con información concreta sobre el perjuicio económico de los ciberataques a las empresas por regiones pero sí hay algunos datos que pueden ayudar a estimar su impacto. En concreto, apunta que el Centro Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) estimaba que cada ciberataque puede tener un impacto medio de 75.000 euros y que anualmente supuso en 2017 un impacto aproximado de 14.000 millones de euros para las empresas en el Estado. Por lo tanto, señala que, estimando que el impacto se reparta proporcionalmente al PIB y teniendo en cuenta el peso de Euskadi en el Estado (6%), el impacto por cibertaques podría haber alcanzado los 840 millones en 2017. - E.P.