“Las ayudas económicas que fomentan la natalidad están muy bien, pero tienen que ir acompañadas de otras medidas ya que por sí solas no servirán para que los jóvenes decidan tener descendencia”, subraya la periodista y profesora de Ciencias Sociales y de la Comunicación de la UPV/EHU.

¿Las ayudas serán meros parches sino se crea empleo?

-No solo se tiene que generar empleo, sino que este sea de calidad. Nos dicen que se ha reducido la tasa de paro, pero los salarios de nuestros jóvenes son lamentables. Son trabajadores pobres; esto ocurre también entre personas mayores de profesiones liberales que cobran un 30% menos que en 2011.

Con 800 euros parece difícil pensar en tener hijos/as.

-Es misión imposible. La generación de nuestros hijos e hijas van a vivir en peores condiciones que lo hicimos nosotros. Es lógico que si los tienen les quieran dar una buena educación, sanidad y los trabajos actuales lo impiden. ¡Cómo van a pagar una hipoteca o el alquiler de una vivienda con lo que cobran!.

La idea de la felicidad no pasa por tener hijos...

-Muchos jóvenes, visto el panorama y las perspectivas tan poco halagüeñas ni se lo plantean. Hay casos como el del hijo de una amiga que con 30 años y con pareja estable ya ha optado por no tener hijos; no les parece justa la sociedad que les estamos dejando y prefieren vivir su vida de otra manera. - N. L.