MÁLAGA. La menor recibió más de 3.000 llamadas telefónicas del docente en un año, mensajes continuos y numerosas cartas de amor para que no cesara la relación cuando la víctima decidió impedir los abusos, un acoso y amenazas que también se extendieron a las redes sociales, según ha informado hoy la Guardia Civil en un comunicado.

La investigación se inició tras la denuncia de la madre de la niña, que manifestó que su hija había sufrido abusos sexuales continuados por parte de su tutor.

Los agentes dieron credibilidad a su relato por los datos que la menor aportó sobre las circunstancias en las que supuestamente se cometieron los abusos, por lo que comenzaron sus pesquisas para identificar al docente.

Según la Guardia Civil, el profesor habría abusado de la confianza de la niña y de su superioridad para conseguir su propósito durante tres años consecutivos, periodo en el que sometió a su alumna a un "fuerte control de sus actividades" y le impuso obligaciones diarias para saber qué hacía y con quién se encontraba.

Durante este tiempo, la víctima no contó a nadie lo que sucedía, ni siquiera a sus padres, hasta que tomó conciencia de la situación en la que se hallaba y "decidió enfrentarse a su agresor y cesar los abusos que estaba sufriendo".

Fue entonces cuando el profesor, que no aceptaba el rechazo de la menor, comenzó a acosarla constantemente con llamadas telefónicas y mostró unos "celos enfermizos", ya que llegó a amenazar a todos los chicos que tenían algún tipo de contacto con la víctima.

Tras coordinar las actuaciones con la autoridad judicial, los agentes detuvieron al profesor y llevaron a cabo un registro de su domicilio en el que se intervinieron numerosos dispositivos de almacenamiento digital, discos duros y ordenadores.

La autoridad judicial decretó el ingreso en prisión incondicional del docente por los delitos de abusos sexuales continuados, acoso sexual y corrupción de menores.

La investigación, llevada a cabo por el Equipo de Mujer-Menor (EMUME) de la Comandancia de la Guardia Civil de Málaga, continúa abierta ante la posibilidad de que haya más víctimas.