bilbao - Nueve menores son invitados a una rueda de prensa sorpresa. Cuando entran en la habitación (por separado), se encuentran periodistas, cámaras y una mesa repleta de micrófonos. Para su sorpresa, los protagonistas son ellos. Se van sentando y los adultos empiezan la ronda de preguntas. “Según tus últimas declaraciones, no estás muy contenta, ¿cómo va todo?”, le dicen a una niña. “Pues hay veces que estoy bien, otras no”, responde un poco aturdida. “¿Esto va a salir en la tele o algo? Hay muchas cámaras y muchos focos”, pregunta un niño. “Sabemos que bailas danza contemporánea, ¿podrías hacernos una demostración?”, le piden a una menor. “No, me da vergüenza y no me siento cómoda”, asegura ella.
La incomodidad se hace visible en todos ellos a medida que el interrogatorio avanza. “¿Y eso de dónde lo habéis sacado? Me parece raro que sepas tanto de mi vida, me intimida”, comenta uno de ellos. La iniciativa forma parte de la campaña audiovisual de Unicef #NoSeasEstrella para concienciar a niños y jóvenes sobre los riesgos de la sobreexposición de sus vidas en redes sociales e instarles a hacer un uso responsable y crítico de las tecnologías. Y es que toda la información de los periodistas fue sacada de los perfiles públicos de los nueve menores (fotografías incluidas). El vídeo fue difundido ayer durante la presentación del informe Los niños y las niñas de la brecha digital en España, un estudio elaborado por el grupo de la UPV/EHU EU Kids Online sobre las oportunidades y los riesgos de la red para la infancia más vulnerable.
“Para las nuevas generaciones, ser parte de un entorno digital es lo natural; nuestro objetivo debe ser minimizar los riesgos y maximizar las oportunidades que ofrecen las tecnologías”, explicó Isidro Elezgarai, presidente de Unicef Comité País Vasco. Los riesgos online son el elemento más subrayado y alarmante cuando se aborda la relación entre menores y redes sociales e internet. Ciberacoso, mensajes de tipo sexual, encuentros con personas desconocidas que se han conocido a través de internet, acceso a contenidos que no son adecuados para ellos, uso excesivo, falta de privacidad, uso indebido de los datos personales de los niños y niñas, ludopatía o apuestas online. Todos son riesgos que preocupan enormemente a padres y madres, educadores y a la sociedad en general.
En este sentido, el informe de Unicef recoge una encuesta de 2016 realizada a 4.000 adolescentes de entre 12 y 17 años en la que el 42,6% de las chicas afirmaba haber sido víctima de algún tipo de violencia o acoso sexual online, frente a un 35,9% de los chicos. Además, el 24,2% de las menores afirmó haber sido contactada por un adulto que buscaba algún contacto de tipo sexual durante el último año, frente al 9,2% de los menores. Según Unicef, estos contactos con desconocidos que se producen en internet se trasladan en mucha menor medida al cara a cara.
El estudio recoge el testimonio de una menor de 13 años en el que aseguraba que mucha gente le había pedido fotos de contenido sexual: “Eso es lo que me molestaba, porque me pedían partes de mi cuerpo y yo decía que no y que no. Yo no se las enviaba nunca. Enviaba la cara y ya está. Pero de aquí para abajo no he enviado nada”.
Brecha digital Para el informe presentado ayer, el equipo de EU Kids Online entrevistó a 83 menores de 8 a 18 años en Euskadi, Catalunya, Canarias, Andalucía, la Comunidad valenciana y Madrid: 52 eran origen extranjero (ecuatorianos, magrebíes y subsaharianos, principalmente), 17 niños y niñas de etnia gitana, además de 12 menores bajo la tutela de centros de protección. Asimismo, participaron 8 responsables de centros de protección y educadores. “Porque no todos los niños disfrutan de estas oportunidades de una manera equitativa, queremos poner el foco en la infancia más vulnerable”, explicó ayer Isidro Elezgarai.
En Euskadi, el 97,9% de los niños y niñas utiliza el ordenador y el 77,5% dispone de un teléfono móvil, según datos de la encuesta sobre equipamiento y uso de las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación), de Instituto Nacional de Estadística.
La comunidad gitana es la que más dificultades tiene en el acceso y uso de las TIC. Es frecuente que los niños y niñas de este colectivo tengan móviles, pero la mayoría no siempre dispone de tarifa de datos para conectarse. Según un estudio de la Fundación Secretariado Gitano, el 22% de los jóvenes gitanos no tienen internet en casa por motivos económicos. “La pobreza es sin duda una de las barreras para acceder a internet”, señala el informe. Pero si hay un colectivo especialmente sensible son los niños y niñas con discapacidad. Y es que, en muchos casos, los dispositivos, aplicaciones o formatos no contemplan su realidad.
Además, los niños y niñas de los colectivos tradicionalmente victimizados son los más vulnerables y los más atacados en internet. La discriminación y el discurso del odio tienen un impacto muy negativo en estos niños, ya que perpetúa estereotipos y dificulta su integración.
“Uno de cada cinco niños y una de cada siete niñas están implicados en casos de ciberacoso y ciberbullying, aunque el acoso cara a cara supone más del doble. El ciberbullying aumenta el daño, la impotencia y el desamparo de la víctima”, explicó Elsa Fuente, coordinadora de Unicef Comité País Vasco. Por ejemplo, el 15% de los menores del colectivo LGTBI padece ciberacoso.
Desde Unicef y EU Kids Online también instaron a potenciar los beneficios de las tecnologías. “Internet proporciona oportunidades para la sociabilidad, la autoexpresión, el aprendizaje, la creatividad y la participación. Y en el caso de los colectivos más vulnerables puede cambiar las reglas del juego ayudándoles a desarrollar su potencial. Por ello se deben actualizar y desarrollar nuevas leyes. Es necesario un nuevo marco normativo que regule internet, y un mayor impulso a los protocolos y estrategias de prevención y actuación en los casos de violencia contra la infancia dentro y fuera del entorno digital”, apuntó Elsa Fuente.
“Se debe promover la formación en las escuelas y en las familias en derechos, valores y competencias digitales, para transmitir a los niños y niñas una visión integral y crítica de la tecnología para que sean capaces de identificar los riesgos y evitar los daños. Sin olvidarnos del importante papel que juegan las empresas tecnológicas o las autoridades públicas en la materia”, subrayó.
Uso de internet. En Euskadi, el 97,9% de los niños y niñas utiliza el ordenador y el 77,5% dispone de un teléfono móvil. “Hay niños y niñas que no han usado un ordenador y que no han tenido un solo contacto en internet, son casos más residuales pero también existen. En un mundo en el que todo es digital, estar fuera de las TIC, de las tecnologías de la información y la comunicación es una forma más de exclusión que puede tener consecuencias en el ámbito laboral futuro y en el desarrollo personal de los niños y las niñas”, explicó Elsa Fuente, coordinador de Unicef Comité País Vasco.
Redes sociales. Aunque 14 años es la edad mínima para tener un perfil en redes sociales, el 15% de los niños y niñas de 9 a 10 años lo tiene, así como un 35% de 11 a 12 años.
Uso excesivo. 1 de cada 4 menores de 9 a 16 años ha exprimentado al menos dos comportamientos asociados al uso excesivo de internet: seguir navegando sin interés, pasar menos tiempo del debido con amigos y familiares, intentar estar menos tiempo en internet sin éxito, sentir aburrimiento al no poder conectarse o dejar de comer o dormir por navegar.
Ciberacoso. Uno de cada cinco niños y una de cada siete niñas están implicados en casos. En total, el 12% afirma haber sido víctima de ciberbullying, aunque el porcentaje de quienes se consideran víctimas de bullying en persona (25%) supone más del doble.