Las preguntas a las causas que llevaron a que centenares de conductores quedaran atrapados en la N-I a la altura de Etzegarate son numerosas. ¿Por qué fallaron las alertas? ¿Por qué no se enviaron más dotaciones de emergencia? ¿Por qué no se acertó con el pronóstico del tiempo? La tormenta de nieve caída a partir del mediodía, especialmente en Gipuzkoa, sorprendió a mucha gente, pero también a la propia Agencia vasca de Meteorología Euskalmet, que ayer reconocía que el fenómeno del sábado “fue especialmente complicado de predecir”.

“Se dieron varias circunstancias; una suma de muchos factores que hicieron que la situación se convirtiera en muy difícil de predecir”, reconoció ayer a este periódico el responsable meteorológico de Euskalmet, José Antonio Aranda.

Según este especialista, el primero de esos factores fue que “nos encontrábamos ante una dana, una depresión aislada de los niveles altos. Es lo que antiguamente se llamaba gota fría”, ilustraba Aranda. Esto provocó que los meteorólogos se encontraran ante una borrasca “muy extensa, pero muy poco definida, con una superficie muy irregular”, lo que provocó que la incertidumbre “fuera muy alta”. “En estos casos cualquier mínimo cambio, de unos pocos milibares, modifica mucho la situación en cada zona”, añadió Aranda.

Pero no esta no fue la única circunstancia que dificultó los pronósticos. Tal y como agregaba el responsable meteorológico de Euskalmet “el viernes entró un frente frío desde el oeste, desde Galicia, que nos cruzó hacia los Pirineos, que en este punto, se paró y se echó para atrás, pero convertido en frente cálido. Es lo que llamamos un frente retrógrado” prosiguió Aranda al tiempo que añadía que “esta situación, unida a una falta de viento y a que las precipitaciones fueron persistentes y bastante cuantiosas, hizo que en algunos sitios la cota de nieve bajara más de lo que nosotros habíamos estimado”.

Y es que dar un pronóstico certero en una situación así es realmente difícil, según reconoció Aranda. “Los distintos modelos [de medición] del mundo nos daban datos muy diferentes. De hecho, se dio la circunstancia de que algunos modelos eran incluso incapaces de medir los valores presentes, de ese momento”, explicaba el responsable de meteorología de Euskalmet. De hecho, confesó que no fue hasta la tarde del mismo sábado cuando “algún modelo empezó a darnos una situación más realista y creíble”.

Inmediatamente, Euskalmet alertó de la situación e incluso publicó en las redes sociales varios mensajes advirtiendo de que la cota de nieve podía bajar hasta los 200 metros. Pero ya era demasiado tarde y para entonces, cientos de conductores estaban atrapados en la N-I, colapsados por la nieve, que en Etzegarate llegó a alcanzar un espesor de medio metro.

No obstante, la dificultad de pronóstico no fue la única nota característica de esta particular tormenta de nieve ya que, según indicó Aranda, esta tuvo un comportamiento muy variable, en función del lugar. “Se trata de un tipo de frente nada común y con un comportamiento muy complicado. Cayó en un valle sí y en otro no; o en un valle sí pero en la montaña no. De hecho, incluso en ciudades casi planas como Vitoria y Pamplona, la situación no tenía nada que ver de un barrio a otro” apuntó el experto, lo que provocó que “Etzegarate se colapsara y, en cambio en Zuia, que está más alto, no hubiera problemas” y que el área más afectada por las nevadas fuera la cuenca del Oria.

La tormenta de nieve del sábado superó todos los pronósticos y el cruce de varios camiones tanto en la N-I como en la A-15 dificultó sobremanera la situación. Ayer, tanto el portavoz de la Diputación de Gipuzkoa, Imanol Lasa, como la del Gobierno de Navarra, María Solana, insistieron en que sus respectivos ejecutivos pusieron “todos los medios a su alcance” pero que fue el “repentino” cambio de tiempo, así como la presencia de camiones cruzados en la carretera lo que provocaron el posterior caos vivido en la red viaria.

Sin embargo, parece que las explicaciones ofrecidas no han convencido a todos y entre los afectados por el colapso en la red viaria, sin embargo, la percepción de la situación es distinta. Critican que la situación era “un caos” y que pasaron varias horas hasta que apareció el primer quitanieves. El PP de Gipuzkoa también ha aprovechado para cargar contra las instituciones vascas y ayer mismo, su portavoz David Hernández calificaba de “desastre absoluto” la respuesta que el Gobierno vasco y la Diputación de Gipuzkoa dieron al temporal de nieve. La diputada de Infraestructuras Viarias, Aintzane Oiarbide, comparecerá esta semana para dar las explicaciones pertinentes. - DNA