BILBAO. Según ha informado el Departamento vasco de Salud, destaca el hecho de que solo un 50% de esas personas fallecidas estaba vacunada, pese a pertenecer a los grupos de riesgo. "De ahí la importancia de que las personas mayores de 65 años, las personas con alguna enfermedad crónica y las mujeres embarazadas, se vacunen", ha indicado.

Precisamente, para llegar al mayor volumen posible de población de riesgo, el Departamento de Salud decidió hace quince días ampliar hasta el próximo 6 de enero el plazo inicialmente previsto para poder vacunarse, simplemente acudiendo al centro de salud o ambulatorio correspondiente.

Las autoridades sanitarias recalcan que la vacuna es, "por seguridad y eficacia, la herramienta más eficaz para combatir la gripe y evitar las complicaciones que la enfermedad pueda causar en esos colectivos más vulnerables".

El aumento de la actividad gripal ha conllevado un fuerte incremento de la demanda asistencial. Así, en Atención Primaria la semana pasada se atendieron 3.956 consultas por síndrome gripal. En Urgencias hospitalarias solamente el día 2 de enero se atendió a 3.089 personas, cerca de un 25% más que la media anual de un martes; y en los Puntos de Atención Continuada (PAC), se atendieron otras 2.130 urgencias, 1/3 más de la media anual de un martes.

CASOS

La actividad gripal en Euskadi ha alcanzado la tasa de 277,24 casos por 100.000 habitantes, lo que supone un importante aumento de la actividad gripal, habitual en esta época del año en la que la epidemia alcanza niveles elevados. La población más afectada corresponde a los menores entre 0 y 4 años, con 208,8 casos por 100.000, según recoge el último informe semanal de la Red de Vigilancia Epidemiológica-Médicos Vigía del Departamento de Salud y Osakidetza.

El Departamento de Salud del Gobierno vasco y Osakidetza han reforzado sus recursos humanos y materiales, tal y como prevé su plan de contingencia gripal, para hacer frente del modo más eficaz posible al fuerte incremento de la demanda asistencial provocado por este repunte de la actividad gripal.

Este plan de contingencia permite afrontar con los recursos que se necesiten y la organización precisa, tanto la epidemia gripal, como la mayor frecuentación a los centros durante los meses de invierno. El objetivo es atender a todos los pacientes con la mayor normalidad posible.

Para ello, al igual que en años anteriores, hay vigilancia epidemiológica exhaustiva de la gripe y de los recursos asistenciales disponibles.

SEGUIMIENTO

El seguimiento epidemiológico se apoya en la coordinación de cuatro puntos: La "Red de Médicos Vigía", compuesta por médicos de medicina general y pediatría de Atención Primaria, encargada de informar del número de personas afectadas; Los laboratorios de microbiología de referencia, encargados de confirmar los diagnósticos y las cepas; Los sistemas de información hospitalarios que hacen seguimiento de los más pacientes más graves; Los técnicos de Salud Pública del Departamento de Salud, encargados del estudio y análisis pormenorizado de los datos registrados.

Además, se mantiene una coordinación permanente, diaria, entre los diferentes niveles asistenciales en coordinación con Emergencias, liderada por una Comisión específica en la Dirección de Asistencia Sanitaria de Osakidetza.

Esta comisión está integrada por todas las OSIs y los hospitales de crónicos, que son los encargados de realizar un seguimiento de la situación, tanto en las consultas y urgencias de atención primaria, como de las urgencias hospitalarias y de la situación de las camas.