MADRID. En el trabajo se analizaron los datos de 1.306 mujeres que participaron en 13 ensayos clínicos diferentes en los que se les asignaron aleatoriamente a practicar yoga y a no recibir tratamiento o probar otro tipo de intervención, como educación para la salud u otras formas de ejercicio. Todas ellas sufrieron síntomas de la menopausia al comienzo de los ensayos.
Según los resultados, el yoga era más efectivo que cualquier otro tratamiento a la hora de reducir síntomas de la menopausia como, por ejemplo, ansiedad, sofocos, sudoración nocturna, sequedad vaginal o dolor durante el sexo.
La evidencia de los beneficios físicos que aporta el yoga a las mujeres menopáusicas se suma a la de otras investigaciones en las que se ha demostrado que alivia los síntomas psicológicos relacionados con la menopausia, como los cambios de humor, depresión o insomnio.
Las mujeres pasan por la menopausia cuando dejan de menstruar, lo que generalmente ocurre entre los 45 y 55 años. Como los ovarios reducen la producción de las hormonas estrógeno y progesterona en los años previos a la menopausia y después, las mujeres pueden experimentar síntomas que van desde sequedad vaginal hasta cambios de humor, dolor en las articulaciones e insomnio.