BILBAO -La Navidad es seguramente la fecha del año en la que con más alegría abrimos la puerta de nuestra casa para recibir una cesta, un paquete y a familiares o amigos que nos visitan. Eso es lo que hizo una familia de Sopela el viernes que abrió a unos repartidores que supuestamente le iban a entregar una cesta de Navidad. Les ataron y amordazaron durante varias horas mientras aprovecharon para desvalijar el chalet en el que viven. Afortunadamente no sufrieron otros daños que el gran susto.
La Ertzaintza mantiene abierta la investigación que pueda llevarles a la detención de los ladrones. La noticia ha sembrado el temor entre los vecinos de la zona que son conocedores de otros robos ocurridos desde hace meses, aunque fuentes de la investigación señalan que el modus operandi y la características de lo ocurrido el pasado viernes no guardan relación.
En este caso, la familia se encontraba en su vivienda, un chalet en Sopela, cuando los supuestos repartidores aprovecharon para hacer entrega de un paquete que venía a nombre del hijo de la familia. Eran las 14.30 horas de la tarde por lo que ni la hora ni tampoco la excusa eran susceptibles de poner alerta al matrimonio. En ese momento y aprovechando la confianza con la que se abre la puerta en estas fechas, debieron de empujar al interior a los propietarios y los ataron y amordazaron para de esa forma poder campar a sus anchas por la vivienda y coger el dinero que tenían en casa y todo aquello de valor que se encontraba en el chalet.
Seguramente los ladrones no contaban con que mientras se encontraban en la casa recopilando todo lo que consideraban de valor más familiares llegarían a la vivienda. Sin embargo, este aspecto tampoco les desanimó. De hecho, fueron varias las personas que en este tiempo llegaron a la casa y los ladrones una vez entraban les amordazaban y ataban para seguir con su objetivo.
Según fuentes de la investigación, serían tres los asaltantes que entraron en el interior del domicilio aunque al menos un cuarto estaría esperando fuera con el vehículo que les facilitó la fuga. Los ladrones, para impedir su identificación, iban semitapatados de manera que no fueran reconocibles sus rostros por lo que al menos de momento no han podido ser identificados. Al parecer también portaban una pequeña pistola, aunque este último aspecto no se ha podido confirmar oficialmente.
Una vez hubieron desvalijado la casa se dieron a la fuga sin que las personas que mantuvieron atadas durante horas sufrieran daños personales, aunque les costará sobreponerse al susto y miedo que pasaron hasta que finalmente se fueron los atracantes.
El mismo viernes la familia puso los hechos en conocimiento de la Ertzaintza que mantiene abierta la investigación para detener a los autores.
La Policía Vasca ha descartado que este atraco tenga relación con otros robos, también en chalets, que se han producido a mediados de este mes de diciembre en la urbanización de La Bilbaina, en la localidad de Mungia. Sin embargo, fuentes próximas a la investigación han señalado a este periódico que en esos casos los robos se han producido en chalets que se encontraban deshabitados y por tanto no había nadie en el interior de estas viviendas en el momento en el que operaban los ladrones. Además, algunas fuentes han señalado que en estos casos se trata de una banda organizada del Este.
La noticia de este atraco y otros robos que se han cometido en interior de viviendas incluso en las que se encontraban sus huéspedes tiene en alerta a los vecinos de una comarca que hace años ya vivieron dos sucesos similares. Unos atracadores mantuvieron amordazado también durante varias horas a un matrimonio de mediana edad que residían en un chalet en la bajada a la playa de Larrabasterra. En aquella ocasión la pareja tampoco sufrió ningún daño físico. Los ladrones se llevaron un botín de 6.000 euros y joyas. Peor suerte corrió una anciana que falleció cuando cuatro individuos asaltaban su caserío. Cuatro personas fueron detenidas por este hecho meses después. - Olga Saez